Preguntas

Por Joseluisp

Una pregunta diagnóstica es aquella que formulamos al otro cuando sentimos curiosidad por algo concreto y optamos por concentrarnos en ello. Es una pregunta que no contiene ninguna afirmación, pero que permite al interrogador controlar la conversación para influir en el proceso mental de su interlocutor y, con ello, ayudarle a conectar con él y tomar consciencia del mismo.

Por su parte, la pregunta antagónica es la que hace el interrogador cuando inserta sus propias ideas. Lo hace formulando la pregunta como una forma de afirmación, e introduciendo consejos en base a sus propios intereses, tanto para llevar la conversación hacia los sentimientos, las reacciones, o los motivos del otro, como para motivar un cambio en él.

Por el contrario la pregunta humilde no tiene como objetivo influir sobre la respuesta del interlocutor, sino forjar una relación con él. La formulamos desde la curiosidad por nuestro interlocutor y desde la capacidad de escucha, reduciendo al mínimo todos los prejuicios e ideas preconcebidas que puedan deteriorar la conversación. Es una pregunta orientada a construir relaciones, a aceptar al otro e interesarse por él.

Finalmente, la pregunta orientada al proceso es aquella que se centra en la conversación en sí. Nos puede ayudar a resolver situaciones incómodas y difíciles pues sitúa el foco en el proceso de interacción entre ambos.

Vivimos en las conversaciones y dirigimos las conversaciones a través de nuestras preguntas. En un proceso que nos permite crear relaciones mediante preguntas y respuestas. Algo tan delicado que genera una influencia sobre todas las personas con las que nos relacionamos. La buena noticia es que le puede ayudar a ser mejor persona.

NOTAS

Las distinciones sobre los cuatro tipos de preguntas las he tomado de la obra de Edgar Schein Preguntar con Humildad. Está publicada por Empresa Activa.