Preguntas clave que toda persona debería hacerse alguna vez 2

Por Coach2coach @Esther_Roche

2ª Parte

La verdadera sabiduría reside en el arte de hacer preguntas clave. La calidad de nuestro pensamiento está en la calidad de las preguntas que hacemos Y NOS hacemos.

Decía en el post primero que si nos hacemos siempre las mismas preguntas o el mismo tipo de preguntas (¿por qué me tiene que pasar esto a mí?, ¿cómo soluciono esto?, etc), generalmente vamos a llegar siempre a las mismas respuestas. Sin embargo, si nos hacemos preguntas distintas, preguntas clave, encontraremos respuestas y soluciones fuera de lo común. Entre otras cosas, el coaching está basado en este tipo de preguntas clave, aunque de cada una podríamos sacar unas cuantas más, con la finalidad de profundizar y extraer las respuestas “verdaderas”. Cuando no nos examinamos de esta forma algo más profunda, lo hacemos para evitar llegar a conclusiones que no nos atrevemos a concienciar, sea porque pueden herir nuestra sensibilidad, sea porque pueden hacernos tomar decisiones que nos dan miedo… pese a ellos, después nos damos cuenta de que realmente nos liberan. Son una “revelación” o una “toma de conciencia”. Sin embargo, no todo el mundo se atreve a este tipo de revelaciones, sea por lo anterior o también puede ser que simplemente no estemos, en el momento concreto, dispuestos a invertir el tiempo y esfuerzo necesario para contestarnos, “pasamos” de las preguntas clave. No obstante, dar respuesta sincera y reflexionada a ciertas preguntas clave, puede ser la clave para encauzar nuestra vida. La pregunta entonces es:

¿Te atreves?

¿Te atreves a dar respuesta a estas preguntas clave, a ser consciente de las autolimitaciones que te pones para protegerte, o prefieres continuar siendo una sombra de lo que prodrías ser? “To be or not to be. That is the question”.

En esta segunda parte del post, continúo con más preguntas clave que todo individuo debería hacerse alguna vez y contestar con la máxima sinceridad y tras seria reflexión. Como decía en el anterior, es posible que las encuentres demasiado intensas, o reveladoras, o que son simplemente demasiadas preguntas. Tómate tu tiempo para contestarlas. Si no, no te servirá de mucho. Lee la explicación correspondiente a cada pregunta para que conozcas la finalidad de la misma. Porque por ejemplo, al preguntarte ¿Qué es lo que valoras más de tu vida?, si no lees la explicación, posiblemente respondas “mi casa, mi coche, mis hijos”. Hay que profundizar más. Si eres capaz, si te atreves, a responderlas todas con sinceridad tras reflexionar verdaderamente sobre ellas, te felicito por adelantado.

Espero tus comentarios debajo, o incluso más preguntas o dudas que te surjan…

¿Por qué actúo de la manera que actúo? ¿Por qué soy como soy?

Nuestra conducta, actitud ante la vida y comportamiento son resultado de nuestras experiencias pasadas, de cómo las representamos internamente. Si hay algo que desearíamos cambiar, podemos.

¿Por qué cosas y por quiénes hago las cosas y tomo mis decisiones? ¿Me siento obligado a hacer ciertas cosas? ¿Qué me está impidiendo hacer lo que de verdad me gustaría hacer?

Actuamos a veces, en relación con lo anterior, como resultado de éxitos pasados o de fracasos, de creencias o miedos, de influencias de personas o situaciones.

¿Qué puedo hacer ahora para sentirme mejor en el futuro?

Si tu “intuición” te dice que podrías hacer más para ser un poco más feliz o sentirte más satisfecho, hazle caso, suele tener razón.

¿Cómo estoy afectando a las personas que tengo a mi alrededor?

Somos seres sociales y, aunque no quisiéramos, afectamos a quienes tenemos alrededor, positiva o negativamente. Haz un examen de cómo influyes en los demás, en ambos sentidos.

¿Qué quisiera que dijesen de mí una vez me haya ido? ¿Qué legado me gustaría dejar tras de mí?

Hay quienes no se plantean nunca que una vez nos vayamos y se vayan todos quienes nos conocen, nadie les recordará. Quizá es porque es algo que realmente les da igual, quizá no se lo habían planteado. Esa es la parte menos importante de la pregunta. La importante es la primera. Según lo que te gustaría que dijesen de ti cuando ya no estés, debes empezar a actuar ya. ¿Quizá te gustaría que dijesen de ti que “era una persona que se daba incondicionalmente” pero no lo haces? Pues si quieres ser recordado/a con unos valores o cualidades “x”, empieza a actuar ya.

¿Me siento pleno y feliz con lo que hago para ganarme la vida?

Querámoslo o no, la actividad profesional o laboral forma una parte importante de nuestra vida. ¿Nos llena lo que hacemos? Si no, ¿cómo acabamos ahí? ¿Qué factores influyeron? ¿Podríamos haber hecho más, tomado otras decisiones? ¿Qué nos lo impide ahora? Etc.

¿Estoy aferrándome a algo o a alguien que debería soltar?

A veces nos aferramos a cosas, situaciones, personas, por no salir de nuestra zona de confort, de seguridad, de estabilidad económica o emocional. ¿Qué beneficios obtenemos al seguir ahí? ¿Podríamos obtener esos beneficios de otra forma? ¿Qué beneficios podríamos obtener si “soltásemos amarras”?

¿Pensaré dentro de 10 años que hoy debería haberme puesto en marcha?

(Alguna meta o ilusión) Solemos decir que “ya es demasiado tarde para…”. Sin embargo, al mismo tiempo, solemos pensar “¡Ay! ¡Si hace diez años lo hubiese hecho!”. Nunca es tarde para nada. Igual que ahora te arrepientes de algo que no hiciste hace 10 años, dentro de 10 años te arrepentirás de lo que no hiciste hoy. Siempre digo que “si no te pones en marcha HOY, en el FUTURO serás un esclavo de tu PASADO”.

¿Paso suficiente tiempo con las personas adecuadas? ¿Demasiado con quien no me aporta?

A veces las circunstancias nos llevan a pasar demasiado tiempo con gente que no nos aporta nada realmente valorable y menos con las personas que de verdad nos importan. Evalúa tu situación y actúa en consecuencia.

Y la última…