En tiempos complicados, no hay nada mejor que una goleada para solucionar problemas y ahuyentar fantasmas, y si bien tienen realidades y objetivos completamente diferentes, al Arsenal y al Manchester City les llegó la posibilidad de ganar, gustar y golear justo cuando más lo necesitaban.
A pesar de que al inicio de la temporada el Arsenal aparentaba ser un equipo que le había sumado algo de firmeza a su ya clásica intención de proponer y jugar bien, en los últimos partidos los dirigidos por Wenger se encargaron de demostrar que siguen siendo los mismos de siempre. Buenas apariciones en ataque, momentos de exquisitez en el juego asociado y anarquía total de mitad de cancha hacia atrás.
Fiel a su estilo, el Arsenal goleó al Tottenham, su clásico rival, en un encuentro que mostró lo mejor y lo peor de los gunners. Endeble en defensa y sin reacción en los últimos metros, el gol tempranero de Adebayor hacía suponer que el clásico del norte de Londres iba a quedar en mano de los dirigidos por André Vilas Boas, pero la expulsión del mismo goleador por una criminal patada a Santi Cazorla, generó una reacción brutal del Arsenal, que desde ese entonces pasó por encima a su rival hasta el último minuto de juego.
El City, en crisis por la inminente eliminación de la Champions League en fase de grupos y en el eje de las críticas por los malos rendimientos en Premier más allá de algunos buenos resultados, logró, de una vez por todas, una victoria holgada y no necesitó de la aparición salvadora de Edin Dzeko sobre los últimos minutos gracias al gran partido de Sergio Agüero y Carlos Tévez, que con un doblete cada uno fueron las figuras del encuentro.
El United y el Chelsea perdieron; Suarez sigue on fire
Lejos de las goleadas a favor, los dos que hasta acá eran de lo mejor de la temporada, el Chelsea y el Manchester United, sufrieron sorprendentes derrotas ante el West Bromwich Albion y el Norwich City respectivamente y quedaron por debajo de los de Roberto Mancini, que una vez más lideran la tabla de posiciones.
Por otro lado, el Liverpool sigue mostrando semana a semana su Suárez-dependencia y con dos goles del crack uruguayo venció 3-0 al Wigan, escalando así a la undécima posición luego del desastroso arranque de temporada.