Premio a la naturalidad... Y nueva sección de 150 palabras

Por Bergeronnette @martikasprez

Mila, la mamá de Mateo, me otorga un premio nuevo, un premio a la naturalidad, por anteponer la diversión a la competitividad. ¡Gracias mil! Pero también los papás de Burbujita me hacen entrega esta misma semana. Estoy que no quepo en mí de gozo. Yo sólo quiero decir... Gracias. Porque a lo mejor no soy la mejor escritora, o la mejor mamá, no pongo artículos interesantes, o cuentos instructivos, pero lo hago "naturalmente". Gracias a ambas.
Ahora me toca ofrecérselo a 10 blogs (cada vez más difícil) con menos de 200 seguidores, y siguiendo con la leyenda del premio, mis premiados son:
  1. Una runner mamá
  2. Mamá qué sabe
  3. Yo y mis "mini-yos"
  4. Ser educadora hoy
  5. Labrando un hogar
  6. Nuestro Diario blog
  7. Zu, de Futura Mamá
  8. Siendo Madres
Y dos nuevas mamás que acabo de conocer por twitter y por blog:
  1. Mamá Medusi
  2. Lo que nadie me dijo
--------------------------------------------------------------------------------------------------------Y ahora, quiero comenzar una nueva sección: 150 palabras. A partir de hoy domingo, quiero semanalmente publicar un post con un cuento de 150 palabras. Y todas/os las/os que me leéis, me gustaría que participarais. Doy instrucciones. Suelo dejar programada la entrada para que se publique cada día a las 00:01, los domingos a esa hora, publicaré entonces ese microrrelato y dejaré tres palabras, que serán el punto de inicio de todos los que queráis probar a escribir esta mini-historia. Esto nos permitirá crear varios cuentos cortos para nuestros niños. ¿Comenzamos?Las palabras de hoy son: pesadillas, gato, mecedoraY mi aportación es:
Dragos (escrito el 14 de diciembre de 2005)El cielo se cubre de nubes de azufre. Y los ríos se tiñen de sangre. Dragos avanza y hace restallar sus llamaradas de fuego en las pesadillas infantiles. Intercambia preguntas y adivinanzas al mismo tiempo que hipnotiza al caballero con su inquietante mirada sin párpados. Se ríe de la suerte de la princesa, sentada en la caverna sobre huesos y cuernos, mientras la perla colgada de su cuello, refleja el miedo del niño, que mira la escena desde su cama.Fuera de la caverna, el caballero infantil, alejados sus temores, acude al auxilio. Le arrebata al dragón la perla de su cuello, y clava su lanza en el corazón.Sentada en una mecedora, la anciana acaricia un pequeño gato que parece estar dormido. Algo le perturba en su duermevela, bosteza y un ligero olor a azufre invade la estancia. La anciana sonríe, conoce sus sueños pero continúa acariciándole la cabeza.