Premios

Publicado el 14 enero 2013 por Desmarcados @blogdesmarcados
Tras las fiestas navideñas hemos tenido una semana cargada de premios y nominaciones en sesión contínua, tanto en el mundo futbolístico como en el cinematográfico. Repasemos: Nominaciones a los Oscar, a los Goya, premios de la Crítica (Critics' choice movie awards) y esta pasada noche los Globos de Oro, donde el largometraje de Ben Affleck, 'Argo', parte como favorito para conquistar al tío Oscar en su próxima edición.
Si hablamos del noble arte del balompié, era imposible perderse el pasado 7 de enero la ceremonia de entrega del Balón de Oro 2012. Se celebró en el Palacio de Congresos de Zürich (sede de la FIFA) al más puro estilo de las grandes citas festivaleras cinematográficas. Alfombra roja, llegada de las estrellas y pose ante nube de fotógrafos. Algunos fueron con vestidos de marca con modelos prestados por estas para la ocasión (como las actrices en los Oscar) y mucha repercusión mediática. El resultado fue bastante previsible: Lionel Messi se alzó con su cuarto Balón de Oro, por delante de Cristiano Ronaldo y Andrés Iniesta.

Messi, el chico de oro

Resulta curioso esto de los premios, ¿realmente se premia siempre al mejor o es más un acto de reconocimiento? Ahí los americanos lo han clavado, ya que no dicen que hay un ganador, sino que, simplemente "the Oscar goes to..." y todo queda en paz. Nadie gana a nadie. En el planeta fútbol, tan lleno de egos en un deporte de equipo, hay un debate eterno en si se debería reconocer más el nivel de juego dentro o si directamente se premia al que más goles marca o más trofeos acumula durante el año. Dentro de unos años la gente recordará que la selección española ganó, en cuatro años, dos Eurocopas y un Mundial, y que ningún jugador suyo obtuvo el máximo galardón individual que antiguamente otorgaba la revista France Football. Carles Rexach, durante la retransmisión de la ceremonia, vino a decir de manera muy acertada que este trofeo, al fin y al cabo, premia al jugador que hace que la gente vaya a los estadios, al que maravilla por su juego por encima de los demás. Y en ese sentido, Messi es su mejor representante. Aunque si analizamos otros Balones de oro, ¿realmente Owen, Nedved o Sammer llegan a ese estatus del que habla Rexach? Si pensamos en los Oscar, ¿es también injusto que nunca se le haya reconocido con este premio a cineastas como Hitchcock, Hawks, Kubrick o Bergman? Al igual que sucede con Iniesta, su juego, sus películas, sus obras y su arte siempre estarán ahí, por encima de premios.
Como siempre habrá gente que haya echado de menos a algunos protagonistas de la temporada pasada. Radamel Falcao fue, sin duda, el futbolista con más irrupción del año pasado, y creo que sería justo dar también un trofeo equivalente, o al mejor equipo o selección (aquí España ganaría de calle) o un Balón de oro al mejor portero (esos grandes olvidados en estos premios). Muchas de los premios más importantes, tanto de festivales como del establishment cinematográfico, suelen repartirse por diferentes categorías para poder reconocer debidamente la labor de cada protagonista dentro del arte y espectáculo implícito del séptimo arte.
No olvidemos que esto de las ceremonias de entrega de premios son ya, en sí mismas, un "show". O pretenden serlo, vamos. Antes, los premios Oscar, (incluso los mismos "Goyas"), se entregaban en una ceremonia muy discreta, tras una cena o piscolabis equivalente, ante una muy reducida audiencia. Ahora ya son espectáculos dignos de los más prestigiosos realizadores televisivos, como si de la final de la Superbowl se tratase. Y en el mundo del fútbol no iban a ser menos, claro. 
En general, y entendiendo que estos premios forman parte de un espectáculo per se, hay que valorar que se otorga un reconocimiento a una película, un técnico, un actor o un futbolista que ha hecho algo distintivo en su trabajo. Pero no indica que sea EL MEJOR. De ahí que formar parte de esta especie de competición haya echado para atrás a gente como Jose Mourinho en la pasada gala de los Globos de Oro o a Woody Allen en los Premios Oscar (miedos e inseguridades aparte). O incluso que de pie a momentos históricos como el rechazo de Marlon Brando al Oscar por 'El Padrino' con una reivindicación insólita de por medio.