Como siempre, rostros conocidos pasearon por la alfombra roja y hoy queremos analizar sus looks con vosotros:
El little black dress, como es habitual, fue el rey de la noche y muchas de nuestras actrices más representativas, se animaron con él. Es el caso de Inma Cuesta vestida por Elisabetta Franchi con complementos en dorado, Marián Alvarez (ganadora de un premio) de Miriam Ocariz y la sorpresa de la noche, Toni Acosta de Dolores Promesas con un vestido de manga capa.
También Rossy de Palma, que animó tan sobrio vestido de Juanjo Oliva con una colorida flor y Dafne Fernández, demasiado gótica con los labios oscuros.
El azul noche empieza a tener sus seguidoras en eventos nocturnos, como es el caso de Hiba Abouk de Iván Campaña con un corte midi, o Carolina Bang y Aída Folch que lo combinaron con negro.
Y ya se sabe que el blanco es el nuevo negro y Elena Furiase, con su Adolfo Domínguez y Aura Garrido de Dior, nos lo demostraron llevando estampados geométricos en ellos.
Y tampoco faltaron la flora y fauna. Lo decimos por las elecciones de Elena Anaya (de Nacho Aguayo) y Juana Acosta (de Dior), que animaron sus white dress con estampados y brocados. Además, ambas, con zapato de color.
El toque masculino lo aportaban Silvia Alonso, Macarena Gómez, Silvia Abascal y Berta Collado. Pantalones, americanas y colores oscuros, predominan en sus elecciones, siempre complementadas con transparencias, escotes o tacones que aportan el toque femenino. Y además, a destacar, todas ellas vestidas por diseñadores españoles.
De largo aparecieron Manuela Vellés vestida de Carmen March para Pedro del Hierro, y Norma Ruiz de Donna Karan. Dos modelos totalmente opuestos en tejidos, siluetas y color.
Estampadas aparecen Mar Saura y Kira Miro, que además aportaron el toque colorido a la noche.
Para terminar dejamos los "menos es más porque los más son demasiado".
Celia Freijeiro intentó deslumbrar con su Michael Kors, pero se quedó a medio camino. Y Silvia Marsó, con vuelo, transparencias, tul, medias de cristal y sandalias no terminó de convencernos.
Si hay algo que nos queda claro viendo la variedad de estilos en el vestuario de esta entrega de premios es que en las invitaciones no marcaban dress code. Y si nos equivocamos, tal vez deberían remarcar qué es lo que se exige.