PRENSA DEL MOVIMIENTO. Hoy, hace 16 años. 21 de octubre de 2005

Publicado el 21 octubre 2021 por Cronicasbarbaras

A los diputados que están elaborando el Estatuto del Periodista solo les falta el bigotillo de jerarcas del Movimiento, gafas ahumadas, camisa azul, correajes, quizás una pistola al cinto, tratarse de camaradas, y saberse la consigna del día y los gritos de rigor.
Quieren que toda la información sea reflejo de la Prensa y la Radio del Movimiento franquista a través de una ley que instaurará en los medios informativos comisarías políticas llamadas Consejos de Redacción.
Gestapo de camaradas vagos e iletrados, pero seudoprogresistas. Agentes liberados al estilo de los sindicalistas profesionales a los que les pagaremos todos. Y con poder para inhabilitar a los informadores políticamente incorrectos.
“Estatuto del Periodista”: es el Mussolini periodista en la Marcha Sobre Roma contra la libertad. Es darle a esos futuros comisarios políticos de cualquier medio, pero también del Estado y de las autonomías, la autoridad para inhabilitar a quien se salga de la consigna.
Esta crónica misma no podrá escribirse algún día si prospera tal atentado a la libertad: será perseguible declarar fascista esa ley, como se hace ahora.
Lógicamente, la iniciativa parlamentaria es de Izquierda Unida, heredera del totalitarismo comunista –sigue apoyando el encarcelamiento de periodistas en Cuba-- , que alababa las libertades de la URSS y que ejercía mayor represión sobre sus militantes que el franquismo: lo dice alguien que sufrió ambas.
Y colabora el actual PSOE, que traiciona su historia y su lucha contra todo visado, control y carné políticos para domar informadores.
Hay que rebelarse: nazismo y fascismo salieron de una izquierda degenerada aliada a los nacionalismos identitarios. Algún paso más y volvemos a Roma y Munich, cuando Mussolini y Hitler estrangularon información y periodistas. Y en su ambición censora y su ignorancia, estos camaradas incluso quieren perseguir Internet.
Si sacan adelante su ley volveremos a la posguerra: atontados y embrutecidos por la propaganda de la Prensa del Movimiento