Quizás la figura Consejo Nacional de Transición en Venezuela es desconocida por quien esto lee. Y probablemente algunos sectores de la población no tengan remota idea sobre este respecto. No los culpo, pues ha sido impensada en este país. También impensada por las naciones que han tomado el rumbo de la autodeterminación de los pueblos y del respeto a la soberanía. Para comprobar esto podemos apelar a una búsqueda rigurosa en todo el andamiaje jurídico existente en Venezuela. Por ninguna parte aparece la expresión Consejo Nacional de Transición. Pero, ojo, ya se ha impuesto de moda en algunos países. En Irak se aplicó esta ¿salida? luego de sacar del juego político y de asesinar a Sadam Husseim. Lo mismo ocurrió recientemente en Libia, país en el cual la OTAN no sólo secuestró al Presidente, pues había que asesinarlo. Forma parte del binomio perfecto. Es una simbiosis obligatoria: no debe quedar ni el rastro del Presidente. Así fue. Anoche me llegó el artículo “Prevén una peligrosa transición en Venezuela”, del pasado lunes 19 de marzo. El autor: Antonio María Delgado. De ese texto voy a destacar algunos asuntos que desde mi punto de vista representan la base discursivo-semántica para hilvanar una tesis que no tiene relación alguna con lo que sucede, de facto, en la Venezuela actual. El texto dice: “La estructura de poder altamente personalizada de Venezuela -creada por el presidente Hugo Chávez para disuadir cualquier intento de destituirle- acentúa el riesgo de caos y de violencia en el país”. ¿Escollos a la transición? Lo anterior resulta una de las conclusiones a la que arriba el referido autor en un análisis correspondiente a la firma de inteligencia Stratfor, el cual fue divulgado por WikiLeaks. En el mismo se advierte sobre “los múltiples escollos en la ruta de una transición pacífica”. Significa que está planteado el escenario de una transición. La pregunta inevitable es ¿por qué si los venezolanos, vía elecciones -y en no pocas, por cierto-, hemos escogido a Chávez como Primer Mandatario de esta República, fuera de nuestras fronteras se plantea la posibilidad de una transición, pacífica o no? El reporte además sostiene que “El presidente venezolano Hugo Chávez ha construido a su alrededor un sistema de gobierno personalizado que requiere de su específica supervisión y participación. Adicionalmente, ha creado un sistema de estructuras de respaldo político que son confrontacionales entre ellas para desincentivar su remoción”. Traducen lo que ocurre en Venezuela de acuerdo con la lógica siguiente: Chávez divide para vencer. Otro aspecto no menos importante -que en lingüística tiene un poderoso alcance, pues se trata de un recurso que genera incertidumbre y desesperanza en la población- es el relativo a la versión en torno a la enfermedad de Chávez. Su pronóstico de vida, según el documento, no supera los 16 meses. Para darle fuerza al efecto que se persigue con esta tesis discursiva, se le añade la ineficiencia al tratar los principales problemas en su gestión de Gobierno. De la popularidad de Chávez En el informe se reconoce la popularidad del Presidente venezolano. Y como causales de la misma esgrimen las siguientes: “…su enorme carisma, la elevada conexión emocional que mantiene con los sectores populares y la prioridad del gasto social y la ejecución de políticas populistas con una retórica que constantemente se pronuncia a favor de la redistribución de la riqueza”. El documento también refiere que esta inversión se sustenta, asimismo, en la renta petrolera, lo cual le “ha permitido financiar sus programas gracias a que los precios del crudo se han cuadruplicado desde que asumió el poder en 1999”. Y es taxativo al señalar que la situación del país crea las condiciones para dos escenarios muy negativos, aunque no son necesariamente los más probables. Primero, “en el caso de que Chávez se aparte sin contar con un hábil o claro sucesor, el país podría ver una lucha armada por el poder. Los militares tratarían de tomar el control, pero las milicias de Chávez podrían encontrar la fuerza y las armas para luchar”. El temor que infunde el escrito es de tal magnitud que, en este caso, plantean la necesidad de evacuar ciudadanos estadounidenses de darse uno de estos escenarios. No obstante, las colonias de otros países que hacen vida en Venezuela revelan que no se irían a su país de origen, pues allá (Portugal, Italia, España…) no tendrían oportunidad alguna, debido a la quiebra por la cual traviesan esas economías. Haga el ejercicio, salga de su casa, de su apartamento, de su barrio, pregúntele al portu, al español o al italiano que hace pizzas… Verá las respuestas. Luego proponen una segunda línea de trabajo (operación psicológica) en la que plantean el escenario de desestabilización que, según esta evidencia de manipulación cerebral, sería de carácter económico y se produciría en el marco de una abrupta caída de los precios del petróleo.“Desestabilizaría los programas sociales del gobierno, propiciaría el colapso económico y provocaría un descontento popular generalizado”. Al respecto, se hace obligatorio hacer varias consideraciones: 1. Si en el marco jurídico venezolano no existe la figura del Consejo Nacional de Transición, ergo, la misma no es legítima ni legal. Ni aquí, ni en Irak, ni en Libia… 2. El Consejo Nacional de Transición ha sido una pieza del lego que es inherente al juego imperial. Significa que a los efectos de continuar asegurándose la condición de hegemón, los países que forman parte de esa pequeña orquesta mundial hacen un diseño del modelo de democracia (ni legítima ni legal, insisto) en la cual entran en escena dirigentes escogidos por los dioses de las Naciones Unidas (en general) y de los Estados Unidos (en particular). Esto es posible gracias a la acción que asume otro importante organismo internacional, cual es la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que garantiza apaciguar los ánimos caldeados pero legítimos y sustentados en verdaderos y esenciales derechos de los sectores populares. 3. Posiciones como las que se revelan en el informe forman parte de acciones de injerencia de los Estados Unidos en asuntos internos. 4. Mientras el Presidente –única voz oficial para pronunciarse sobre su enfermedad o los voceros por él designados- insiste en su deseo de vivir y en negar que no tiene metástasis, supuestos organismos de inteligencia de los EEUU insisten en dejar correr la duda en Venezuela señalando que le queda poco tiempo de vida. 5. Asimismo, las conclusiones que se hacen en torno a la desestabilización, como escenario posible y probable en Venezuela, se corresponden con la situación por la que atraviesa Europa en general. No Venezuela que, a pesar de que sigue siendo una economía monoproductora y monoexportadora cuenta con unos importantes ingresos fiscales, pues la gente ahora ha aprendido la cultura tributaria. A esto se une la paulatina (pero sostenida) conciencia que la gente ha venido aprehendiendo para ser protagonista de su proceso de transformación. 6. Tenemos como única opción asumir cada día como el último en nuestras vidas. Trabajar cada día como el último día en Revolución. Es la única garantía para sostener el modelo que necesitamos.
(*) Periodista- Trabajadora Social. Profesora universitaria. marbemavarez74@gmail.com