Preparando a tu bebé para el frío

Por Roger

Con la bajada de las temperaturas, una de las dudas más frecuentes de cualquier madre o padre primerizos es: "¿va mi bebé lo suficientemente abrigado hoy?" Es normal que surjan estas dudas; aunque existen en el mercado incontables libros sobre la paternidad y millones de consejos que han pasado de generación en generación, lo cierto es que no podemos saberlo todo.

¿Cómo vestir a tu bebé cuando llega el frío?

La Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda vestir al bebé con "ropa holgada y cómoda, que no le comprima, evitando que sude." Aún así, tendemos a abrigarlos en exceso y según los pediatras esto es casi tan malo como no cubrirlos lo suficiente, por lo que resulta de gran importancia saber si lo estamos haciendo bien. Lo fundamental no es que vayan "muy abrigados", sino vestidos adecuadamente en función a su edad y la temperatura exterior.

Los recién nacidos no regulan su temperatura corporal como los adultos, puesto que no tienen grasa corporal y tampoco generan calor a través del movimiento (de hecho, ni siquiera pueden tiritar), así que lo indicado suele ser vestirlos con dos capas más que nosotros, o una capa extra y una manta, sin olvidarnos de ponerles gorrito para evitar que pierdan calor. No obstante, hay que tener en cuenta que si van en el cochecito ya van más protegidos contra el viento, por lo que lo ideal es ir controlando que su frente y cuello no estén demasiado calientes ni sudados.

¿Qué pasa si abrigamos demasiado al bebé?

Llevar al bebé muy abrigado puede acarrear algunos riesgos. Demasiada ropa de abrigo puede llegar a provocarles décimas (lo que se conoce como "febrícula"), por aquello de que no son capaces de regular su temperatura corporal. Si notamos que el bebé se está empezando a acalorar, o que tiene fiebre pero hace mucho frío, basta con aligerar un poco el abrigo y tomarle la temperatura pasados unos minutos. Esto suele ser suficiente; en caso contrario, lo indicado es consultar con nuestro pediatra. En el caso de los bebés prematuros, el hecho de pasar frío o calor (al ir demasiado abrigados) hará que consuman más energía al tratar de equilibrar su temperatura corporal, y les costará más ganar peso.

Si porteamos a nuestro bebé en la calle, lo mejor será que vaya bien abrigado, ya que no va tan protegido contra el frío y el viento, pero sin olvidarnos de controlar a menudo su temperatura.

Abrigando al bebé a la hora de dormir

De nuevo nos encontramos con que "más" abrigado no significa "mejor"; de hecho, es uno de los elementos asociados al síndrome de muerte súbita del lactante, tan temido por cualquier padre o madre. La AEP recomienda que la habitación donde duerme el recién nacido esté a unos 20-22° Celsius, que el colchón sea firme y cubierto únicamente por una sábana ajustable y que no se usen colchas o edredones. Por este motivo, es mejor usar un pijama tipo mameluco (de cuerpo entero), de algodón suave.

A partir de los 3 meses

Hacia los tres meses de vida el cuerpo del bebé ya tiene un poco más de grasa corporal, por lo que el tipo de abrigo ya dependerá de cuán frioleros sean los padres y el pequeño en cuestión. La regla general es que lleven una capa más que los adultos, y si la temperatura invita a ponerse guantes y gorro, lo mismo haremos para el bebé. Sin embargo, seguiremos controlando que no suden tal como hacíamos con los recién nacidos.

A partir del año de edad

Una vez empiezan a caminar y a moverse con la misma autonomía que los adultos podemos vestirlos de la misma manera con la que saldremos nosotros a la calle. A la hora de dormir pueden hacerlo tapados con una manta o un edredón ligero, ya que el riesgo de muerte súbita se reduce considerablemente a partir de los 12 meses de edad, pero es difícil que un niño pase toda la noche arropado. Si creemos que pueden llegar a tener frío mientras duermen, podemos vestirlos con un body de algodón de manga larga, un pantalón de pijama e incluso un par de calcetines finos. El mameluco también es una alternativa al pijama de dos piezas, y en casas sin calefacción podemos ponerles un body de manga corta de algodón debajo a modo de ropa interior para asegurarnos que estén lo suficientemente abrigados.