Desde 1983 hemos estado esperando. 32 años imaginando qué habrá sido de Luke Skywalker. Pues bien, hoy es ese día. El despertar de la Fuerza se estrena en todo el mundo. ¿Qué esperáis de ella? Las críticas ya están en Internet y publicadas en los periódicos. Pero cuidado, porque hasta ahora el secretismo de su director, J.J. Abrams, ha sido máximo. Ya sabemos que al productor de Perdidos le gustan los misterios. Por eso, cualquier comentario de alguien que haya visto la película tiene la categoría de spoiler. Gran parte de las valoraciones que se pueden leer en las redes evitan entrar en detalles. La mayoría son positivas. Muy positivas. Pero no todas. Críticos como Jordi Costa y Carlos Boyero la ponen más bien mal.
¿Qué podemos esperar de El despertar de la Fuerza? Lo que está claro es que las seis películas de Star Wars nos han hablado de Anakin Skywalker y sus hijos, Luke (Mark Hamill) y Leia (Carrie Fisher). Por lo tanto, en el Episodio VII, tiene que haber un Skywalker. La protagonista femenina, Rey (Daisy Ridley), cuyo apellido sigue siendo un secreto, tiene todas las papeletas. Posiblemente sea la hija de Leia y Han Solo (Harrison Ford). Pero atención, porque no podemos descartar al villano, Kylo Ren (Adam Driver) como posible nieto de Darth Vader: el trailer deja claro que es fan del Lord Sith. Por último, está Fin (John Boyega) cuyo apellido también desconocemos. Es de raza negra, así que podría ser el hijo de Lando Calrissian (Billy Dee Williams) pero creedme, hay teorías por ahí mucho más rebuscadas. La otra gran pregunta es... ¿Dónde está Luke? Los carteles,trailersyteasersdan a entender que Luke aparece poco o nada enEl despertar de la Fuerza. Todas estas preguntas, seguramente, tienen respuesta en algún foro, pero ¿Para qué destriparlas antes de tiempo?
Pero hay una interrogante todavía más importante que resolveremos esta tarde si vamos al cine. El séptimo episodio de Star Wars es el primero en el que no participa George Lucas como autor. El padre de la saga, por primera vez, no tiene el control. ¿Será esta nueva película un film con alma o una mera operación de marketing? Hasta ahora, la saga ha sido capaz de mantenerse honesta -según los designios de Lucas- y al mismo tiempo ser una auténtica máquina de hacer dinero. ¿Perderá esta nueva entrega el poco corazón que le quedaba a la franquicia? Lo que está claro es que la película, cinematográficamente hablando, debería ganar enteros con J.J. Abrams dirigiendo y Lawrence Kasdan y Michael Arndt como guionistas. La gran pregunta es si los productores de Disney van a ejercer el mismo control que los de Marvel Studios, la otra propiedad de la empresa de Mickey Mouse. Las películas de superhéroes de Marvel se han caracterizado por un estilo más bien plano y uniforme que permite una calidad media bastante alta, pero ningún riesgo. Cada película Marvel soporta el lastre de pertenecer a una continuidad mayor, de ser un capítulo en una serie cuyo final seguimos sin vislumbrar. Es razonable pensar que con Star Wars podría ocurrir lo mismo: ya se ha anunciado la intención de estrenar una película cada año. ¡Cada año! Esta despersonalización es incluso coherente con la saga: Lucas no dirigió El imperio contraataca (Irving Kershner, 1980) ni El retorno del Jedi (Richard Marquand, 1983). Pero si las tres primeras partes de La Guerra de las Galaxias fueron auténticos hitos que los de mi generación relacionamos inevitablemente con nuestra infancia ¿Qué sentirán nuestros hijos cuando acudan al cine cada año a ver una nueva entrega? ¿Dejará Star Wars de ser especial?