Cómo enfrentarse a él
Para muchos padres el verano es un largo período donde los niños suben y bajan, entran y salen entre chanclas, playas y piscinas y campamentos.
Es horroroso tener que levantarlos, coordinar su estudio, motivarlos… vamos, que cuando en nuestro trabajo somos buenos coordinando equipos y motivando, en casa se caen todas nuestras enseñanzas y nos convertimos en ogros represores del descanso de nuestros hijos.
El problema es que somos padres, no profesores, y los niños no entienden ese cambio repentino de rol. Ser capaces de jugar con ellos entre las olas del mar o con la bicicleta de montaña, y pasar en unas horas al mal rollo de enfadarnos si no cumplen el horario de establecido nos es fácil. Pero bueno, así es la vida y esto es ser padre, aunque no lo ponía en el manual.
Antes
- Pensar en el premio. Es la gratificación del objetivo y del esfuerzo. Cada uno tiene el suyo, debemos descubrir como padres qué les motiva y que ellos mismos lo definan, y utilizarlo entre los dos como gancho; libertad, independencia.. a ser posible nada material, aunque si no queda mas remedio…. No somos perfectos.
- Relajación. Debemos ayudarles a evitar toda tensión. Si pensamos en el premio y no en el castigo (que seguro que lo hay) es para sacar la tranquilidad y la seguridad antes del examen.
- El día de antes, sin agobios. Ese día ya deberá estar todo hecho y organizado, es un día donde podemos programar un repaso esquemático, no quemar demasiadas horas y a dormir al menos 7 horas.
- Llevarlo todo. Si después de todo el verano estudiando llegas al examen y te has dejado la calculador, o las reglas, o el diccionario ¡es para morirse! pero ocurre muchas veces. Así que ayudemos en lo posible al pobre niño (y no tan niños porque los hay ya peludos).
- No olvidar la confianza. “Vas a aprobar, lo sabes todo bien, vas a demostrar que se han equivoca suspendiéndote. Vas a poner sobre el papel todo lo que sabes. Tranquilo que lo harás bien…”
Durante
- Respirar tres veces antes de empezar a leer el examen. Leer tranquilamente 2 veces cada pregunta o las que haga falta. Si puedes, apunta en una hoja con guiones los conceptos que te vayan viniendo a la mente para desarrollarlos luego.
- Comenzara escribir las preguntas que te sabes mejor Concéntrate perfectamente e cada una que hagas y olvida en ese instante el resto. No cojas miedo de no poder responder aquellas que no recuerdas o no entiendes.
- Disfruta mientras demuestras todo lo que sabes, pero controla el tiempo para evitar pasarte. A ver si por demostrar que te saben muy bien la 1 y 2 te quedas sin tiempo para las restantes.
- Pregunta lo que no entiendas. A veces malinterpretamos las preguntas por miedo a preguntarlas. No creo que los profesores estén allí para hacernos pasar un mal rato.
- Antes de entregarlo repásalo. Un último repaso puede hacerte recordar más cosas o conceptos. Un puntito es un puntito…
Después
No hables de las respuestas con tus compañeros, no te agobies, descansa mentalmente y disfruta unos días hasta la noticia: Si es buena genial. Y si es mala aprende dónde te has equivocado y por qué te han vuelto a cargar. Y qué les vas a decir a tus padres.
Suerte.