La prepotencia del Fondo Monetario Internacional no conoce limites. José Viñals, responsable de Asuntos Monetarios y Mercados de esta entidad, pidó ayer al Gobierno Zapatero que impulse “ajustes fiscales adicionales” para poder alcanzar, en el año 2011, un déficit del 6%. Viñals dejó bien claro quién manda en la economía española: “Los mercados -advirtió-tienen tolerancia cero ante ese tipo de incumplimientos“. Imagino el ataque de pánico de Zapatero ante esta amenaza y deduzco que lo peor está todavía por llegar. Las palabras del representante del Fondo Monetario Internacional implican más autoritarismo que autoridad y, en mi opinión, resultan inadmisibles. Viñals incidió en la importancia de cumplir los dictados que marca esta institución y para despejar cualquier duda fue rotundo en sus afirmaciones. “Lo fundamental es la déficit -recordó- porque los mercados se han centrado en eso y es muy importante que los mercados no vean como sus expectativas no se ven corroboradas por los hechos“. Siempre se ha criticado a Zapatero por carecer de conocimientos de economía; ahora, hemos comprobado que no los necesita. En cualquier caso, él no decide nada; sólo cumple las órdenes que le imponen el Fondo Monetario Internacional y el Banco de España que, en el fondo, son las mismas. El mercado se ha convertido en un dios insaciable que inspira temor y al que hay los gobiernos del mundo deben alimentar, aunque para ello nos tengan que quitar el pan de la boca. Sólo añadiré, para terminar, que me gustaría conocer el sueldo íntegro del señor Viñals y su jefe, Dominique Strauss-Kahn, incluidos gastos de representación, dietas, vehículo oficial, desplazamientos, planes de pensiones,… Posiblemente, no tenga nada que ver con lo que recibimos quienes debemos reducir nuestro salario, retrasar nuestra edad de jubilación, asumir el despido “gratis total“, sufrir los recortes del gasto social o perder el empleo.