Hoy me he puesto un mono de ciclista que tengo desde hace 15 años, me quedaba un poco morcillón y estaba un poco empercochao (vocablo que utiliza mi madre para referirse a algo que tiene muy mal aspecto, desastrao), pero era lo único que tenía, así que he llamado a la puerta de la Madonna de Mairena (personaje famoso a nivel nacional y vecina del menda. Hasta aquí puedo leer, ya que me lo impide la ley de protección de datos), se me ha enganchao al brazo y nos hemos ido a hacer un estudio sociológico a LA RUTA DEL COLESTEROL, un corredor que une Mairena del Aljarafe con la localidad de Bormujos. A las 5 de la tarde es un hervidero de Maris ataviadas con sus mayas apretás y algunas se atreven incluso con zapatillas que se iluminan cuando plantan el pie en el suelo, todo un ejercicio de estilismo "mecagoenlaelegancia". Nada más comenzar, alcanzamos a Mariquilla la del Peo y su troupe, enfrascadas en una conversación sobre el yerno de la Juani que ha dejao preñá a la hija de la Manoli. Lo primero que nos llama la atención es el ritmo vertiginoso que llevan, hasta la procesión del Cristo de Medinaceli va mas rápida.
Cuando le hago saber el motivo del estudio que no es otro que la relación deporte-nutrición, la más espabilá nos dice que ella ya está en plena "operación otoño". Me quedo con cara de póker. Cuando le solicito que se explique va y me dice: "Pues ¿que va a ser la operación otoño? pasarme la operación bikini por el coño". Diossssss, haré como que no he oído nada, pero cuando miro a la Madonna de Mairena la pobre está amoratada, no sé si está aguantando la risa o si se ha tragado los dos chicles que venía mascando. Pero no, era lo primero.
La Manoli también quiere colaborar y nos cuenta que mientras ella cocina callos con garbanzos pa su Ildefonso, hace sentadillas.
-Muy bien Manoli, le digo, eso está fenomenal, verás qué culito se te queda.
-Sí, sí, cojo la banqueta de la cocina y me siento a ver a la Susana Grisso.
Las demás arrancan en una explosión de risotadas y gritos que dejan al descubierto sus perfectas dentaduras desdentadas: "Mu güeno Manoli lo de las zentadillas....jajaja", y una de ellas me dá una palmadita en la espalda con tal virulencia que me estampo contra la Madonna de Mairena. Esta vez sí que se tragó los chicles.
Y ahora hago un quiebro, como quien no quiere la cosa y os comento que la presa es sin duda, la parte del cerdo que más me gusta. Forma parte del cabecero del lomo y de cada animal se sacan dos piezas de presa, que suelen pesar unos 500 grs. Es una pieza con bastante grasa intramuscular, lo que con una cocción adecuada, hace que ésta se funda en el paladar. Esta receta se la he pedido prestada a Isabel, propietaria "La Caldera", un encantador y acogedor restaurante situado en Fuenteheridos un precioso pueblo de la Sierra de Aracena (Huelva), que la prepara como nadie y a la que doy las gracias por su generosidad al compartirla conmigo.
INGREDIENTES:
- 1 pieza de presa ibérica.
- Aceite de Oliva Virgen Extra.
- 2 cucharadas de pimentón.
- 2 cucharadas de orégano seco de calidad.
- 1 hoja de laurel.
- 1/2 vaso de agua.
- Sal.
- Embadurnamos con el aceite la carne y salamos.
- Cubrimos el fondo de una olla con Aceite de Oliva y calentamos a fuego medio.
- Añadimos las dos cucharadas de pimentón y las dos de orégano y la hoja de laurel. Damos unas vueltas e introducimos la pieza de presa.
- Añadimos el medio vasito de agua, tapamos y bajamos el fuego al mínimo. Al 1 o como mucho al 2 si cocinais con inducción o vitrocerámica. (Se trata de que la pieza se vaya cociendo a fuego muy lento lo que nos va a garantizar que la misma quede tierna y jugosa)
- Lo tendremos cocinando durante una hora y media o dos horas, dandole vueltas cada 15-20 minutos para que se vaya haciendo por igual.
- Comprobamos que está tierna, apartamos, cortamos en filetes y servimos con la deliciosa salsa resultante.
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