Hace unos días, Ray Loriga visitaba Sevilla para promocionar su nueva novela Sábado, domingo y la presentaba al igual que hizo con la anterior, en la Biblioteca Pública Infanta Elena. Rendición fue una historia que me encantó y por lo tanto se me hacía difícil dejar pasar la oportunidad de volver a ver al autor en directo acompañado de Salvador Gutiérrez Solís como maestro de ceremonias.
Cuenta la editorial en su nota de prensa que “Sábado, domingo es una novela sobre la culpa, sobre las deudas que se asumen como propias en la vida y sobre la huida que se impone cuando aceptar la realidad parece no ser posible”.Una novela con dos partes muy diferenciadas como dejaba claro los comentarios que expresaban sobre ella tanto Ray Loriga como Salvador Gutiérrez. En esa primera parte, un adolescente relata un suceso escabroso que le ocurrió el verano que tuvo que quedarse en Madrid por sus resultados académicos. Un sábado por la noche acompañado por un amigo conocen a una camarera y lo que parecía una noche de fiesta termina de una forma desastrosa. En la segunda parte como si de un domingo que precede a ese sábado de amargo recuerdo, ese mismo chico, convertido en hombre, recordara aquella noche a raíz de un acontecimiento que le ocurrirá acompañando a su hija a una fiesta en un colegio a las afueras de Madrid.
Escuchar a Salvador Gutiérrez hablar de la novela y de Ray Loriga son motivos más que suficientes para convertirla en asignatura pendiente para su lectura. Un presentador que confesaba haberse quedado casi sin dormir por continuar leyendo la novela tras dejarla en su primera parte y quedar expectante por ver que le deparaba la trama en esa segunda parte.
Así en gran entusiasmo y mordiéndose mucho la lengua para no desvelar claves y giros de la novela fue detallando elementos de la historia y haciendo un pequeño resumen de lo que podíamos encontrar. Terminada esta parte, la presentación continuo en un formato de afirmaciones y preguntas a las que Salvador invitaba al autor y en la que se colaban alguna que otra pregunta de los allí congregados como público.
“Un autor que ha cambiado desde que escribió hace veintisiete años su primera novela pero que sigue siendo la misma voz y teniendo la misma personalidad ofreciendo una proyección del mundo muy parecida y que ha llevado muy bien en esta obra” era la reflexión que Salvador hacía del autor y de su obra.
A estas palabras Ray Loriga respondió que a pesar de todo intenta cambiar de registro en sus novelas para no sentir vértigo aunque sus influencias están claras y considera al fin y al cabo que también hay un Loriga tradicional aunque intenta no tocar siempre la misma canción y empezar con cada libro una nueva aventura."La literatura es el arte más viejo que tenemos"En un momento de la charla alguien le preguntó si esta novela tenía algo que ver con la triste sentencia de la manada a lo que respondió que no aunque los hechos podían ser similares, la historia no había sido concebida a raíz de esos sucesos.Para explicar esas sensaciones que había podido suscitar esa pregunta Loriga aunque se definía como lector todoterreno, confesaba que toda novela tiene una parte de arquitectura para que la historia se sostenga y es normal que al dedicarse al cine esto provoque que esa característica se vea reflejada en mayor o menor medida en sus libros.
Con ganas de más conversación y de escuchar a Ray Loriga se acabó el tiempo y tuvimos que dar por concluida la presentación a la espera de leer el libro y hacer reflexiones sobre todo lo escuchado.