Ayer no era el mejor día, hasta cuatro presentaciones de libros en Cadiz, porque en esta Cadiz, en esta vieja ciudad abandonada en el sur, casi casi convertida en una isla dispuesta a navegar se escribe mucho y bien. También ayer Pepe Griñan estaba en Cadiz, por cierto se llevo el Vaivén debajo del brazo. Pese a toda esta amplia convocatoria, la presentación de la obra abierta de Blanca Flores y Paco Rocha lleno de poesía y de amigos y amantes de esta la sala del centro Reina Sofía. Y nos mecimos de forma colectiva en leste columpio poético. Y escuchamos los poemas elevados a canciones por Alfonso Baro. Una tarde mágica entre poesías y fotos en un día que Cadiz se lleno de creatividad y esperanza.