La revista Nature publica hoy la descripción de Concavenator corcovatus, un nuevo dinosaurio carnívoro (terópodo) del Cretácico Inferior (hace unos 125 millones de años) en el yacimiento de Las Hoyas, en Cuenca. Estudiado por investigadores de la UNED y de la UAM, el ejemplar es el esqueleto articulado de dinosaurio más completo de la Península Ibérica, y uno de los mejores conservados de Europa.
Reconstrución hipotética del aspecto en vida del dinosaurio carnívoro Concavenator corcovatus (“el cazador jorobado de Cuenca") que vivió hace algo mas de 125 millones de años (durante el Cretácico Inferior) en Las Hoyas (Cuenca). El animal se interpreta como un terópodo carcarodontosaurio provisto de una joroba y con unas estructuras que recordarían a las rémiges de las aves en sus brazos. Imagen: Raúl Martín.
“Su joroba es una característica singular desconocida en cualquier otro dinosaurio descubierto hasta ahora. Las dos últimas vértebras por delante de la pelvis proyectan sus espinas neurales sobre el dorso del animal, y configuran una especie de joroba cuya función todavía es desconocida”, explica a SINC Francisco Ortega, autor principal del estudio e investigador en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
El análisis del fósil que hoy publica la revista Nature ha sido laborioso por las fases previas de preparación, que han durado más de dos años. “El aspecto del fósil es impresionante -dicen los investigadores- tanto por su tamaño (seis metros de longitud), como por la excelente conservación de sus restos”.
Concavenator corcovatus es uno de los grandes depredadores del ecosistema de Las Hoyas. Su nombre significa “el cazador jorobado de Cuenca”.
La conservación de los restos fósiles ha permitido al equipo español identificar algunas impresiones de la piel del animal, como escamas en las patas y en la cola. Pero, además, Concavenator guarda otra sorpresa. En muchas aves actuales, el borde posterior de uno de los huesos del antebrazo, la ulna, tiene pequeños bultos que sirven para la inserción de las plumas de mayor tamaño en las alas. Esta característica se había reconocido también en algunos dinosaurios de pequeño tamaño y emparentados con las aves, como Velociraptor.
“Concavenator, cuatro veces más grande que Velociraptor, y supuestamente demasiado primitivo para tener plumas, presenta también pequeños bultos en la ulna que indican que este dinosaurio ya tenía estructuras en la piel que constituyen un estadio ancestral de las plumas de las aves”, señala Ortega.
Para el experto, el reconocimiento de estas estructuras permite ampliar el número de grupos de dinosaurios en los que, además de escamas, “deberíamos considerar la presencia de estructuras antecesoras a las plumas de las aves”.
Un tesoro paleontológico en Cuenca
El yacimiento paleontológico conquense de Las Hoyas es un importante referente para el estudio de las faunas y floras europeas durante el Cretácico Inferior, hace unos 125 millones de años. Es famoso por que en él se describieron aves primitivas, como Iberomesornis, o dinosaurios como Pelecanimimus, el único ornitomimosaurio hallado en Europa.
En esta zona, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha proyecta la instalación de un ambicioso centro paleontológico que se ocupe del estudio, depósito y exhibición de dinosaurios y otros vertebrados mesozoicos.
Concavenator supone el hallazgo más significativo del conjunto de dinosaurios de Cuenca, una de las regiones más prolíficas en restos de estos reptiles mesozoicos de Europa, en la que se encuentran los yacimientos del Cretácico Inferior de Las Hoyas y del Cretácico Superior de Lo Hueco.
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Referencia bibliográfica:
Francisco Ortega, Fernando Escaso y José L.Sanz; “A bizarre, humped Carcharodontosauria (Theropoda) from the Lower Cretaceous of Spain”, Nature, 8 de septiembre de 2010. doi:10.1038/nature09181
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Entrevista a Francisco Ortega, aquí.
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http://www.yacimientolashoyas.es/
Artículo publicado en Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).