Una de las partes más complejas de analizar, pero también más enriquecedoras de este trabajo han sido precisamente los comentarios que nos habéis ido dejando en las encuestas. Unos comentarios que nos han aportado ánimo para seguir el trabajo cuanto más difícies se hacían las cosas, que nos han felicitado por nuestra tarea, que nos han aportado mediante la critica constructiva diferentes puntos de vista y opiniones que nos han servido para mejorar la encuesta y ser más eficientes la próxima vez… y los que más me ha gustado: vuestras vivencias.
Historias que hablan de esfuerzo y superación para poder mantener la lactancia materna frente a diversas circunstancias adversas, historias de tiempos difíciles que ahora afortunadamente quedan detrás, historias de personas que han encontrado la fuerza necesaria en los grupos de apoyo y los profesionales médicos, y también historias que nos hablan bien a las claras de los fallos del sistema y lo que es peor, de sus consecuencias.Precisamente son estos comentarios los que consideramos necesario que se conozcan, y por eso vamos a dedicar varios posts, que esperamos poder ir publicando antes de que acabe el año, y en los cuales vamos, precisamente, a publicar algunos de los comentarios más interesantes que hemos recibido en esta encuesta. Son muchísimo, por eso hemos tenido que quedarnos con sólo algunos de ellos.Y para ir abriendo boca, además de este breve análisis que hemos realizado, dejamos tres de los comentarios que consideramos más interesantes:
En este primer comentario nos encontramos ante un caso de falta de apoyo y ayuda en todo momento.
“Respecto de la información que recibí durante el embarazo sobre lactancia, parto y puerperio fue en ocasión de clases en lugares donde yo asistía y no recomendadas por mi partera. De su parte, me sentí muy maltratada aunque mi obstetra me gustaba mucho. La cesárea fue programada muy cerca de la fpp por lo que no me sentí segura psicológicamente para cambiar de médico y decidí quedarme, aunque no creía que fuera necesaria ya que me la indicaron sólo porque mi beba pesaba más de 4 kilos, pero yo no soy muy pequeña, mido 1,65 y soy perfectamente capaz de parir un bebé de ese peso. Pero, bueno, ya pasó.No se trata solamente de haber padecido presión, rechazo o intolerancia por parte del entorno hacia la lactancia materna. Fue sobre todo la sensación de desamparo, abandono y soledad. Tuve dificultades con la lactancia, pregunté a mujeres, familia, médicos, nadie supo ayudarme, ni sugerirme un grupo de lactancia (yo no los conocía en ese entonces, pero los médicos deberían haberlo conocido y sugerido). La obstetra durante el embarazo tampoco me habló de lactancia ni de grupos de lactancia.El trabajo de algunas puericultoras en el sanatorio fue fatal, me enseñaron una posición imposible de sostener, yo estaba medio boleada luego del nacimiento, por mi historia personal y fue muy duro al principio, pero yo estaba obsesionada por darle el pecho. Hasta me salió un hongo en un pecho y me dolía, yo decía, esto no puede ser.
El neonatólogo me decía 10 o 20 min. de teta de cada lado y listo, o agregarle fórmula. El pediatra también. Entonces por ignorancia, le dimos algo de fórmula, pero si me hubiera podido relajar, habría tomado solo pecho. Pero como yo no quería nunca le di la mamadera yo, anotaba la cantidad y no tomaba mucha cantidad de complemento, decían que era para ayudarme a mi y que el nene duerma, luego me di cuenta que no hacía falta.
Con la introducción de la papilla me relajé y fue todo bárbaro, lamento el inicio. De haber sabido eso que el pecho cuando se deshinchaba igual seguía saliendo leche, ya está. Y ahora todos me dicen si va a tomar la teta hasta los 18 años. Tiene 21 meses”.
En este comentario, un buen ejemplo de que el apoyo a las madres lactantes es fundamental. Y también deque no todo es tan malo y aún podemos encontrar profesionales que siguen y respetan nuestro estilo de crianza y valoran la lactancia materna como se merece.
“Luego del nacimiento de mi primer hijo me fui abocando cada vez más a temas de crianza, lactancia, salud, primera infancia, embarazo... amamanté a mi hijo hasta los dos años afianzada firmemente en mis convicciones pero por sobre todo apoyada en el maravilloso vinculo que creamos juntos. Me siento feliz de haberlo hecho... y sigo esa línea con respecto al resto de la crianza. Ahora estoy esperando mi segundo bebé y he buscado profesionales más adecuados a mis ideas y deseos en relación al parto. El apoyo de mi marido siempre ha sido fundamental para mí.Quería contarles que durante el primer mes de lactancia tuvimos que esforzarnos mucho ya que mi bebe no se prendió del todo bien al pecho y a la semana bajo muchísimo de peso, utilizamos pezoneras y con el apoyo de mis parteras y mi pediatra al 100% pudimos remontar la situación sin tener que recurrir a la leche de fórmula. Pero esto en mi país actualmente es una rareza, ya que la mayoría de los profesionales que se dedican a la atención de madres y bebes no dudan en indicar el suplemento a sabiendas que lo mejor que hay para un bebe es la leche de su mamá. Estoy completamente segura que recibí el apoyo suficiente porque el tipo de profesionales que me asesoró (y que yo busqué) son minoría, aquellos que confían en la mujer y en su instinto para parir y alimentar a sus hijos”.
Para concluir, y porque no todo tiene que ser malo, tenemos la vivencia de una madre, donde se muestra la lucha ante una situación difícil, enla que el criterio medico y el apoyo a la lactancia materna ha sido fundamentales tanto para la madre como para la hija. Un caso que nos demuestra la importancia de un buen consejo para el desarrollo adecuado de la lactancia materna. Especialmente en aquellos casos mas difíciles donde esa lactancia más puede aportar a la salud del bebe.
“Mi hija, desde que nació hasta los 20 días de vida, vivió en elhospital debido a una inmadurez pulmonar. Cuando pudo empezar a alimentarse lo primero que pidieron fue que lleve mi leche y al poder empezar a amamantarla me pedía que vaya cada tres horas entre las 9 am y las 22 pm. Por suerte siempre insistieron en que me extraiga leche y la guarde para cuando mi bebe tuviera el alta y así no perdiera la capacidad de producir. Desde que la empecé a amamantar hemos tenido un vinculo genial y ha cambiado mi pensamiento con respecto al periodo de amamantamiento”.
Seguid atentos al blog la semana próxima,seguiremos publicando vuestros comentarios.