Presente y futuro desde Arzúa

Publicado el 21 octubre 2014 por Squadraeterna @squadraeterna

 
Un crack, eso es lo que se nos viene. Se trata de debilidad personal la que siento por este central que apenas supera la veintena. Viste de blanquiazul y no acumula cinco partidos en Primera, pero lo de este chico es impresionante. Algunos ya sabréis de quien hablo. Me refiero, por supuesto, a Pablo Ínsua.
Para la mayoría no pasó desapercibida su magistral temporada, la pasada, en Segunda División. Pieza clave e indiscutible en la zaga herculina. Fernando Vázquez le otorgó plenos poderes y el canterano deportivista respondió con creces, formando pareja durante la temporada con dos veteranos, Carlos Marchena en la primera mitad de curso y Alberto Lopo en la segunda. No olvidemos que nos estamos refiriendo a un Campeón del Mundo y a un futbolista con más de diez temporadas en la élite, pero ninguno era indiscutible. Ya en el primer partido de Liga, el Deportivo ganó a domicilio dejando la puerta a cero y con un gol suyo, mejor no se puede empezar. El equipo terminó ascendiendo, siendo además uno de los conjuntos menos goleados de la categoría. En esto, algo tuvo que ver el trabajo de Ínsua. Esto le llevó a ser incluido en el once de la temporada de la Liga Adelante y, de momento, a estar nominado como el mejor defensor de la categoría. Nada parece exagerado.
Lo que no todo el mundo recuerda es que antes de la espectacular campaña de Ínsua en la categoría de plata del fútbol español, ya había debutado en la Liga BBVA, lo hizo de la mano de José Luis Oltra. Personalmente, si tuviese que elegir un estadio donde debutar con la camiseta que amo, no lo hubiese hecho en un lugar distinto al que le tocó hacerlo a Ínsua, el viejo San Mamés. La antigua catedral fue testigo del nacimiento de un gran fútbolista, otro más.
Se trata del canterano con más progresión que en los últimos años se ha visto por Coruña, quizás sea el proyecto de futbolista más ilusionante salido de Abegondo desde un tal 'Fran'. Se ha ganado el apodo de 'Kaiser', palabras mayores. Es talento puro, trabajo y compromiso, la mezcla es perfecta, nada puede salir mal. No sólo es lo que aporta futbolisticamente, se trata también de lo que trasmite. Un defensa central con veintiún años recién cumplidos que parece que llevase más de cien partidos a sus espaldas en una gran liga europea, todo se andará. Particularmente, en esto creo que mucho ha tenido que ver la calidad y la veteranía de los compañeros de zaga que ha tenido hasta el momento.

Carlos Marchena, que de esto sabe un rato, dijo de él que no tardaría mucho en ser internacional absoluto. Y esto militando en Segunda, pero no creo que se vaya a equivocar. De momento va quemando etapas, hace unos meses fue convocado por la sub-21 aunque no pudo participar en la concentración por una inoportuna lesión, de ahí a hacerse un fijo va sólo un paso.
La continuidad en esta etapa de su carrera se antoja un punto decisivo en el porvenir del coruñés, pero todo hace indicar que el chico es muy del gusto de Víctor Fernández, en realidad es muy del gusto de todos. Sus cualidades son muchas y muy buenas, aunque como dice su entrenador tiene que seguir trabajando su cuerpo, el margen de mejora aún es grande. Por arriba va perfecto, tanto atrás como adelante, contundente en el cruce y rápido al corte. Tendrá minutos y si todo va normal, volverá a hacerse con el mando de la zaga, en una categoría mayor, eso sí.
Que nadie dude que estamos ante un grande, simplemente es cuestión de tiempo que nos demos cuenta, el chico ya hace tiempo que es una realidad, pero por características y edad hay un futuro muy esperanzador en la defensa deportivista. No descartemos la de la selección, y todo esto desde Arzúa.