Presidente Macron

Publicado el 05 mayo 2017 por Cronicasbarbaras

El debate entre los candidatos a la presidencia francesa de este miércoles entre el moderado Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, permitió olfatear el triunfo del joven pero ya poderoso león sobre la que parecía una feroz tigresa y resultó una gata furiosa.

Si los franceses tienen sentido común elegirán presidente a este político que cumplirá 40 años en diciembre. El problema es que a veces tienen sueños napoleónicos y luego dejan entrar a Hitler en París.

Macron es un centrista que fue ministro socialista del todavía presidente François Hollande entre los agostos de 2014 y 2016, cargo que abandonó para centrarse más de lo que podía, aunque lo deseara, el entonces primer ministro Manuel Valls.

La señora Le Pen, de 49 años, heredera del ultra Jean-Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional, trató de azuzar el nacionalismo francés rechazando el islamismo, la dependencia de Bruselas, la ausencia del franco como moneda propia y la mundialización económica.

Todo con una irritada e irritante agresividad de las garras, no con la paciencia de fiera que espera su momento empleada Macron: él tampoco tolerará el terrorismo islamista, pero recordó implacable con sonrisa sarcástica que cerrar el país para proteger su industria o agricultura cancela la exportación de los productos propios, que genera gran parte de su riqueza.

Una mujer colérica y un hombre sereno. Este no es un caso de sexo o de género, sino de carácter político.

La ultraderecha lepenista, como la ultraizquierda del derrotado chavista Jean-Luc Mélenchon –al que apoyó Pablo Manuel Iglesias—son gente irritada, dispuesta a destruir lo que se les ponga por delante.

Ni Mélenchon ni Podemos rechazan a Le Pen. Piden la abstención, indirectamente votar a la dirigente fascista, porque su programa económico es el mismo.

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