Sin embargo, Aquino, un hombre soltero de 50 años, afirmó que vendió el auto por el mismo precio que pagó por él.
El presidente de Filipinas Benigno Aquino III informó el miércoles que había vendido su auto Porsche debido a que se ha convertido en un riesgo para su seguridad y no por las críticas que recibió en el sentido de que se trataba de un vehículo inapropiado para un dirigente de un país pobre. Los críticos afirman que el auto deportivo de lujo del presidente, que tiene costo de 102.000 dólares, es un signo de insensibilidad.