¿Prestamos suficiente atención a nuestro cuerpo? La importancia de la conciencia corporal

Por Sentir @menjasa1

La conciencia es un concepto muy amplio y extremadamente complejo de definir, tanto es así que aún hoy en día son muchos los científicos que están estudiando sus límites y sus características. La Neuropsicología, la Psicología Cognitiva, la Sociología, la Filosofía o la Inteligencia Artificial son algunas de las disciplinas que dedican parte de su investigación a entender un poco mejor este fenómeno. Un fenómeno que nos permite, casi de una manera mágica, estar despiertos y darnos cuenta de dónde estamos y quiénes somos en todo momento, sensación que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida.

Uno de los elementos más importantes de la conciencia es nuestro cuerpo. El cuerpo nos identifica, nos hace sentir nosotros mismos, nos transporta de un lugar a otro y nos permite relacionarnos. Nuestro cuerpo comunica, expresa, siente placer y siente dolor, interacciona con otros cuerpos y con todo lo que nos rodea. Nuestro cuerpo es, por tanto, una herramienta imprescindible para conocerse tanto a uno mismo como al mundo en general.

Esta relevancia del cuerpo, paradójicamente, no se acaba de ver reflejada en los hábitos y emociones de la sociedad occidental, que muchas veces vive inmersa en un sistema donde prima el rendimiento mental, la rapidez, el razonamiento y el estatismo en detrimento de las sensaciones, la calma, las emociones y el movimiento. Esta tendencia se traduce en una población bastante sedentaria y poco consciente de su cuerpo, donde las personas, inmersas como estamos en nuestro día a día, poco a poco dejamos de prestar a nuestro cuerpo la atención que necesita.

Si esta desconexión hacia nuestro cuerpo es muy fuerte y se mantiene mucho tiempo es probable que no sintamos del todo bien, pudiendo experimentar síntomas como el estrés, la ansiedad, la tensión muscular o el nerviosismo. Debemos tener en cuenta que el cuerpo es un gran indicador de nuestro estado de salud y nuestro estado de ánimo y que, en el momento en el que no somos conscientes de él o no le dedicamos la atención adecuada, estamos también perdiendo capacidad de identificar cómo nos sentimos, tanto física como anímicamente.

Focalizar la atención hacia nuestro cuerpo no es difícil pero requiere, al igual que ocurre con cualquier otro hábito, una buena dosis de ganas y motivación. Algunas pautas que nos pueden ayudar a redescubrir nuestra parte corporal son:

- Muévete: No importa si vas a caminar, al gimnasio, sacas al perro a dar un paseo o vas a clases de tango. Escoge aquella actividad que más te guste y que mejor se adapte a tu rutina y sé constante. Una de las formas más eficaces de volver a conectar con nuestro cuerpo es precisamente poniéndolo en marcha.

- Escúchate: A veces estamos tan centrados en las obligaciones externas que nos olvidamos de mirarnos a nosotros mismos. Si dirigimos la mirada hacia dentro en vez de hacia fuera nos será más fácil saber qué queremos, cómo nos sentimos y qué necesitamos.

- Cuídate: Del mismo modo que cultivamos nuestra mente estudiando, leyendo o resolviendo problemas, es importante también dedicar un tiempo al cuidado del cuerpo. Cuidarnos con una alimentación saludable, una actividad física adaptada a nuestros gustos y capacidades y una rutina de higiene agradable y reconfortante nos ayudará a reencontrarnos con nuestro cuerpo.

Lo importante, en definitiva, es encontrar un equilibrio y no olvidarnos de que mente y cuerpo se retroalimentan constantemente, simplemente tenemos que tomar conciencia de ello.