Presupuesto municipal para 2015 y otras movidas

Publicado el 21 diciembre 2014 por Diego Navarro @diegonavarro

Estos días se habla mucho del presupuesto del Ayuntamiento de Zaragoza para el año 2015. Ya que será el que marque el futuro de la ciudad y el modelo que guiara los próximos cuatro años, en los que aún no sabemos quien estará al frente de tomar las decisiones. Eso depende de lo que votemos los ciudadanos. Lo único seguro es que Belloch no estará. Una pena, ya que como dijo una vez en la revista de los notarios: "Nadie tiene la verdad absoluta" y aquello de que "el paso del tiempo te hace ser más humilde". Para mi seguirá siendo siempre mi ídolo.

Volviendo al culebrón del presupuesto que está protagonizado por los cuatro partidos que a día de hoy tienen representación en el pleno municipal. Una vez más se ha descolgado Fernando Gimeno, afirmando en rueda de prensa que le parecen una "idiotez" las condiciones de IU. Alguna vez he coincidido y he hablado con Gimeno y lo cierto es que las formas que utiliza le matan ya que no son propias de un Vicealcalde, su forma de expresión es muy despectiva con todo aquello que no le interesa o que no valora. Pero en este caso si que estoy de acuerdo con las consecuencias de no aprobar el presupuesto que le ha escrito su asesor. También soy plenamente consciente de que todo esto es una estrategia política, pues ni el, ni su partido ha sido nunca el adalid de la Acción Social, me viene a la cabeza por ejemplo el presupuesto de 2009 y aquel día de San Valero.

Tampoco tiene ningún sentido practico la propuesta del PP de ampliar el crédito del Ayuntamiento en enero para poder cubrir las subvenciones a entidades sociales, cuando resulta que allí donde gobiernan su mantra es que el dinero público no debe de repartirse en subvenciones a entidades sociales, sindicatos o partidos políticos. Entendemos que si a los bancos, la patronal y los empresarios amigotes que son las que generan empleo. Al final esa ampliación son migajas para las entidades sociales que reportaran miles de euros de beneficio a la banca, algo muy en su línea política.

Al final la no aprobación del presupuesto este año, conlleva que los ciudadanos vivamos en una incertidumbre completa derivada de la prorroga presupuestaria. Sobre todo porque no sabemos que rumbo va a tener el Ayuntamiento tras las elecciones de mayo. Ya no solo para la sociedad civil, sino para los ciudadanos que reciben ayudas de los Servicios Sociales de forma directa o indirecta. Así como otras muchas iniciativas que intentan poner un parche a las situaciones derivadas de los fallos estructurales del sistema. Ya que solo se mantiene el gasto mínimo para el normal funcionamiento de la ciudad: pago de salarios, autobús, basuras y aquellos servicios que cuenten con un contrato administrativo firmado antes de que acabe el año.

También diré que estoy de acuerdo con las condiciones de IU y con lo que pide, esas que critica el portavoz del PSOE. Pero creo que llegan más de diez años tarde para mostrarse coherentes. Cierto que nunca es tarde, pero quizás han elegido el peor de los momentos políticos o quizás no todos sus militantes han medido las consecuencias de su decisión. Yo soy el primero que como me encanta la política municipal me he leído a fondo el presupuesto, he visto muchos de los trapicheos que se hacen, cambios de partidas para engordar el presupuesto de Acción Social, mientras lo están recortando. Creo que están muy lejos de ser sociales o de estar hacia al izquierda y que las enmiendas de IU y CHA tampoco es que cambien la globalidad, son pequeños parches, a fin de cuentas si quieren que salgan adelante tiene que ser así, es parte del juego. Pero este presupuesto que llevamos arrastrando desde hace mucho, es lo que entre todos hemos logrado y el no darle continuidad supone que el nuevo Gobierno de Zaragoza podrá empezar de cero, sin que tengan valor todos los acuerdos anteriores y sobre todo el trabajo y la lucha de tantos ciudadanos y ciudadanas por sacar adelante las iniciativas de participación, acción social, cooperación, etc.

Al final esto es la política convertida y reducida a un conjunto de intereses económicos. A lo largo de 2015 veremos como se va desarrollando el futuro de la ciudad en los próximos cuatro años. Pero de primeras todo apunta a que va a ser un año duro, muy duro.

Articulo publicado en : /Nuestro mundo /Lo público por Diego Navarro
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