Antes de empezar la reseña, quiero dar las gracias a Beleth por habérmelo recomendado para el Lijmathon. Estaba en mi estantería y no sé cuánto tiempo más se habría pasado ahí antes de que le tocase el turno, así que le agradezco el pequeño empujón que me ha dado =).
Otros ocuparon su lugar.
Cuando cesó el peligro, Ángela regresó sin memoria ni recuerdo. La misma chica de trece años que un día salió de excursión. Hacía tres años de aquello...
Hay historias que dan miedo porque hablan de criaturas fantásticas, demoníacas, terribles. De hecho, acababa de terminar un libro en que salían algunos seres espeluznantes cuando me puse con esta lectura. Y lo cierto es que si hay que temer algo, es a otros seres humanos, reales, tangibles, locos, desquiciados, perturbados. El cerebro es un órgano maravilloso que puede crear auténticos monstruos así como también las defensas para escapar de ellos. De eso va esta interesante pero durísima historia.
Tres años atrás, Ángela fue secuestrada y, de repente, un día, aparece en su calle y entra en su casa sin recordar nada de ese lapsus de tiempo. Para ella ni siquiera ha pasado un día pero nota que su cuerpo es diferente, que tiene horrible cicatrices y heridas que no se explica, y lleva una bolsa con cosas que no sabe de dónde han salido. A partir de ahí se empiezan a suceder los recuerdos perdidos, se van descubriendo poco a poco todos los horrores a los que tuvo que hacer frente la joven... la niña. Son tres años que ella tiene en blanco, y que tal vez sería mejor que siguiesen así.Es un relato desgarrador en el que nos metemos en la mente de la chica y aprendemos del cerebro y de las armas que éste tiene para hacer frente a situaciones límite. En ese sentido es fascinante. Es un libro profesional y serio, en que se nota que la autora se ha documentado y ha investigado a fondo.Quizás, ante una historia tan fuerte, ciertos líos amorosos de instituto parecen algo fuera de lugar. Problemas que en muchos otros libros serían el tema central de las preocupaciones de la protagonista de turno, aquí dan casi risa lo superficiales que parecen. Pero creo que por eso mismo están, para hacer ver que no hay que ahogarse en un vaso de agua cuando la vida puede llegar a ser muy injusta.No hay que engañarse, no es una historia alegre aunque la esperanza de que Angie vuelva a vivir como una chica normal está ahí. Es una chica fuerte, no todo el mundo habría soportado lo que ella padeció, y es imposible no sentir aprecio, cariño y empatía por ella. Así como por unos padres que, sin perder jamás la ilusión de volver a verla, las posibilidades eran tan bajas que también tienen una difícil readaptación a la vida con su hija que ha regresado más herida de lo que a simple vista se percibe.Pretty Girl-13 es una novela maravillosa, inolvidable y desgarradora. Hay que reconocer que no se pasa bien con su lectura, aunque la autora lo cuenta todo magistralmente sin la necesidad de entrar en los detalles más escabrosos e innecesarios. Puede que el tema os supere, que penséis que es demasiado, pero intentad darle una oportunidad a pesar de esas reticencias. Es un libro que merece la pena como pocos.