Prevé la aparición de canas con alimentos ricos en cobre como el chocolate o las nueces

Por Manuela
El cobre es un oligoelemento esencial para el cuidado del cabello, especialmente a medida que vamos envejeciendo y comienzan a aparecer las primeras canas. El proceso de encanecimiento usualmente es gradual y difícil de evitar, pero hay maneras naturales de prevenir su aparición. El cobre es responsable del control de la producción de colágeno y melanina en el cuerpo, dos componentes claves para la salud del cabello: el colágeno aporta resistencia y la melanina aporta color, ayudándonos a mantener un cabello más fuerte y sano. Es por ello que una deficiencia de cobre en el organismo puede reducir la producción de melanina y acelerar la aparición de canas.
Una forma muy sana y natural de prevenir las canas es, por tanto, a través de la ingesta de alimentos ricos en cobre, que ayudarán a incrementar los niveles de melanina y colágeno en nuestro cuerpo, ambos esenciales para producir el pigmento oscuro y aumentar su producción, ayudándonos a retrasar la aparición de las primeras canas. Chocolate, legumbres, nueces y mariscos: ricas fuentes de cobre
El cobre se encuentra en una larga lista de alimentos básicos, aunque el contenido exacto de cobre en cada uno de ellos depende de cada alimento y de las formas en las que ha sido cultivado o elaborado. De forma general, las fuentes de cobre más ricas son el chocolate, las nueces, el marisco (especialmente crustáceos como la ostra o el cangrejo), el hígado, los cereales y las legumbres. También se puede encontrar en patatas, guisantes, carne roja, champiñones y algunas frutas como el coco, la papaya, las uvas y las manzanas.
Los doctores recomiendan que se consuma diariamente en nuestra dieta 1 mg de cobre para adultos, y 1,3 para mujeres embarazadas o lactantes. Es importante saber que el cuerpo regula la absorción de cobre y que éste no es un oligoelemento PBT (persistente, bioacumulable ni tóxico), ni CMR (carcinogénico, mutagénico ni disrruptor hormonal), y que una carencia de cobre en nuestra dieta tiene muchos más riesgos que un exceso del mismo, especialmente entre niños y ancianos.