La mística copera es algo que muchos discuten pero que la mayoría ve como algo que no se compra, se gana. Y esa mística puede ser la diferencia en favor de un Boca en la final de la Copa Libertadores que empieza esta noche ante Corinthians. ¿Por qué lo decimos? Porque son dos equipos muy parecidos en cuanto a estilo de juego y seguridad, pero el plantel de Julio César Falcioni sabe de batallas coperas ante un rival que, si bien es el campeón brasileño, va en busca de su primera estrella continental.
Para entender un poco con qué se encontrará Boca esta noche, a partir de las 21.50 en La Bombonera, hay que destacar el dato más llamativo del Timao: está invicto en lo que va de la Copa. Eso quiere decir que puede jugar bien, regular o mal, pero el equipo de Tité no es de esos brasileños que te pueden pintar la cara o ser un equipo que te da muchas ventajas. Serio, trabajador, sin grandes figuras en su plantel, los paulistas quieren sacarse el estigma de ser -junto a Fluminense- los dos grandes de Brasil que no se han consagrado en el certamen más prestigioso del continente.
A la hora de analizar los nombres del Corinthians hay que destacar la seguridad de su arquero Cassio (junto a Julio César, quien atajó hasta octavos) que fue clave ante el Santos y es una piedra fundamental en convertir a su defensa en la menos vencida del torneo. Los centrales Chicao y Leandro Castan conforman con los laterales Alessandro (el capitán) y Fabio Santos una linea de cuatro granítica y a su vez ofensiva cada vez que pisa el campo contrario. Paulinho, con su despliegue y talento, es el termómetro de la mitad de la cancha y Danilo es el distinto. Arriba el más peligroso es Emerson, quien a su gran velocidad le suma una muy buena definición. Completo y sin grietas. Así es el Corinthians.
De Boca no vamos a descubrir nada. Ya lo dijo Riquelme anoche en Hablemos de Fútbol (ESPN): “Para ser campeones de América tenemos que jugar mejor que Corinthians. Lo que hagamos en la Bombonera será clave para nuestras aspiraciones”. El partido de esta noche marcará el rumbo de la final, porque al igual que en la semifinal con la U de Chile el equipo brasileño se hace imbatible como local (5 victorias y un empate con 14 goles a favor y 1 en contra). Para ello dependerá de la noche que tenga Riquelme y de no desesperarse a la hora de buscar la apertura del marcador. Serán claves los hombres por los costados, para abrir el candado albinegro.
Seis Libertadores contra un centenario de frustraciones. Jugadores consagrados contra muchos que quieren marcar a fuego su nombre en el torneo más importante de América. Todo eso se enfrentará en la Bombonera esta noche entre Boca y Corinthians. Una Bombonera que quiere volver a ser determinante para que Boca se traiga de Brasil su séptima estrella…