Ya casi estamos en Navidad y yo me sigo preguntando… ¿cómo se me ha podido pasar el verano ya? Así que necesito echar un poco la vista atrás y como muchos de vosotros me habéis preguntado por IG dudas sobre esta zona del oriente de Asturias, tocaba post.
Primero vamos a situarnos: El Valle de Pría está al noreste de Asturias, según empieza el concejo de Llanes y justo después del de Ribadesella. Conocidos ambos por el gran número de turistas que vienen desde otras provincias en verano y en especial por el famoso Descenso del Sella. El valle se compone de varios pueblos pero sin duda alguna para mí el más interesante es Llames de Pría.
Allí están los Bufones de Pría y aquí llega el primer punto importante a tener en cuenta. Los Bufones en verano es casi imposible verlos en activo. Se necesita que la mar este bastante revuelta. Por eso, si vais en temporada estival de visita a la zona, por favor, no hagáis como las “mareas de guiris” que se acercan a los vecinos a preguntar “a qué hora empieza eso de los Bufones”. Solo veréis unos acantilados preciosos con huecos enormes por los que no vais a ver salir agua. Para llegar a ellos tenéis que seguir la carretera del pueblo hasta la plaza y allí meteros a la izquierda, luego todo recto hasta la playa y según veis la playa, el camino que sigue (a la derecha) es el de los bufones.Y por favor, en la zona de los Bufones, ¡¡¡no soltéis a los perros!!! Es muy peligroso y sin embargo siempre que vas hay alguno suelto para ponernos de los nervios a todos.
La temporada ideal, por tanto, para ir de visita a pasar el día a Pría es otoño-invierno. Con la ventaja añadida de que en esa época está permitido llevar a los perros a la playa. La playa de Guadamía o playa d’Aguamía es preciosa. En ella desemboca el río Guadamía que sirve de frontera natural entre los concejos que mencioné antes. La playa es muy estrecha y cuando sube la marea parece una piscina natural. Sin embargo, en marea baja te queda un paseo largo de arena. La zona del río también es perfecta para que los perros jueguen porque apenas cubre.
Hay una ruta que comienza como 1km antes de llegar al pueblo por donde se mete el Camino de Santiago de la costa. Seguís la indicación del camino y llegáis al Puente Medieval, que por cierto es digno de ver. Al lado del puente, a la derecha hay una portilla por donde empieza la ruta. Es muy importante desviarse aquí y no seguir por el camino/carretera en dirección “Cuerres” -que es el pueblo de al lado-. La ruta, preciosa, transcurre por la rivera del río y acabáis llegando a la desembocadura de este en la playa. Los perros pueden aprovechar y darse un chapuzón. Se hace en una media hora o así. El terreno es resbaladizo en algunos trechos pero merece la pena. Lo bonito es hacerla con la marea baja para poder cruzar luego la playa y no tener que dar la vuelta por la propia ruta otra vez.
Estas fotos, también de Lucía Gavito, son de la propia ruta cuando la realizamos en septiembre del año pasado.
En verano, está prohibido acceder a las playa con perro, como a todas las de Llanes. No obstante, la playa de Guadamía no suele estar muy vigilada y por la mañana está ideal para bajar a dar un paseo con el perro antes de que llegue la marabunta a tomar el sol. Eso sí, siempre corres un riesgo.
Os recomiendo totalmente que os acerquéis allí, veáis los bufones, dejéis correr a los perros en la playa y luego vayáis a tomar algo al bar del pueblo La Pumarada, que está abierto todo el año y tiene una terraza muy grande en un prado, tipo merendero. Además parte de ella está cubierta de forma que no tengáis problema si llueve. Tienen comida casera para picar algo que está muy bien de precio. Si sois vegetarianos (como yo
Si el tiempo os sonríe, otra opción es continuar hasta Garaña de Pría dando un paseo. Está a 1km de Llames siguiendo por la carretera y allí hay un área recreativa con mesas y bancos de madera y parrrillas.
Antes de acabar el post, tengo que reconocer que me cuesta publicar esta entrada porque este sitio es tan maravilloso que me gustaría tenerlo para Amy sola. Cada año hay más turistas en él y es cierto que con ello se pierde un poquito el encanto del lugar. Pero voy a ser solidaria