Fue una experiencia muy linda para mí, que terminó en una firma generalizada de autógrafos (nacida espontáneamente en ellos mismos), por la cual mi nombre quedó estampado en una multitud de papeles y papelitos, de todos los tamaños y formas.
Agradezco a la escuela, a la Oficina de letras de Tres de Febrero que actuó como nexo, y en especial a Julieta Vacca, bibliotecaria del colegio, quien se encargó de organizar el encuentro.