Primarias en el psoe

Publicado el 26 octubre 2013 por Lalomonsalve
PRIMARIAS EN EL PSOE (por Lalo Monsalve) Freddy Krugger sigue siendo el más listo dentro de lo que queda del PSOE. Después de haber sido asolada durante la etapa de Zparo, los que aún habitan por esa formación política y creen seguir teniendo algo de poder, se desesperan por su incierto futuro. Es lo que suele pasar cuando uno sólo sabe vivir a costa de la política o, mejor dicho, del politiqueo.Las primarias son un embarazo maldito, cuyo parto suele producir monstruos, como pasó con Borrelito, que resultó blandito, aunque luego nos enteramos de que compatibilizaba su trabajo en Italia con una asesoría en Abengoa, por unos cientos de miles de euros al año. También se produjo un enorme engendro con el propio Zparo: el resultado ahí ha quedado para la posteridad. España no era tan pobre desde el desastre de Cuba.Por eso, Freddy, el irredento, sabe perfectamente que las primarias no le convienen al PSOE. A ese partido sólo le conviene él, con toda su corte de desheredados de los residuos del Zapaterismo.No tengo bola de cristal, la he tenido que vender para pagar una multa de tráfico (por culpa de un nuevo radar en la N-II), pero mucho me temo que el PSOE no volverá a ganar unas generales en los próximos 20 años porque, cuando el cadáver de España se levante, la mayoría caerá de nuevo en brazos de Mariano El Pasmao, que ya tiene el encargo de JC I de ayudar a preparar el camino cuando proceda al "Mejor Preparado" quien, precisamente, no es nada sin el teleprinter, como se demostró ayer viernes, durante su discurso en la entrega de los premios Príncipe de Asturias 2013.  Todos pudimos ver alucinados como, cuando la máquina se paró por un problema técnico, el pobre ya no sabía qué balbucear. Al principio, los telespectadores creímos que se había aprendido el discurso de memoria, como quien canta un tema en una oposición. Pero al producirse el parón, nos dimos cuenta de que, en realidad, todo era un montaje, y no tenía ni idea de lo que estaba hablando ni de cómo continuar. Sin el texto, el muchachito no sirve para nada. Eso mismo sucede con la mayoría de los políticos profesionales de este país, incapaces de hablar sin leer un papel. Un cero patatero en oratoria para todos ellos les pondría Demóstenes. ¡Pobre España!, ¡qué futuro te espera!.