Me cogiste el corazón,
y hoy precipitas su vuelo
con un abril de pasión
y con un mayo de celo.
Vehementes frentes tremendas
de toros de amor vehementes
a volcanes me encomiendas
y me arrojas a torrentes.
Del abril al mayo voy
más celoso que moreno
y más que celoso estoy
en mi corazón ameno.
Como de un fácil vergel,
se apropian de ti y de mí
la vehemencia del clavel
y el vellón del alhelí.
Hay gallos de altanería
alardeando en mis venas
y en la frondosa alma mía
mejoranas y azucenas.
Sin sospechar sus gusanos
llega tu carne a sus plenos,
y se me encrespan las manos
y se te encrespan los senos.
Me desazona la planta
un ansia de enredadera
y de tu cuerpo y de tanta
rosa rosal ser quisiera.
Dando fruto a las abejas,
entre labios y racimos,
muy cerca de tus orejas
y de las mías vivimos.
Si a higuera tu beso huele,
suena y sabe a ruiseñor,
y abril con amor me duele
y mayo con flor y amor.
Beso y quiero, quiero y muero;
si nos parte en dos la ausencia,
pues con vehemencia te quiero,
me moriré con vehemencia.