Venga, lo reconozco, nunca había escuchado a Chromatics hasta que vi Drive. Por supuesto, me sonaba su nombre, y sabia más o menos que tipo de música hacían, pero hasta hace unos meses era incapaz de reconocer una canción suya. Y es que tengo una facilidad tremenda para evadirme la música que no me interesa nada de nada – a día de hoy soy incapaz de tararear el estribillo de un tema de Adele o The Black Keys, y son la leche de famosos -.
¿Por qué me he decido ahora a escuchar este disco doble que dura 90 minutos? pues no lo sé muy bien, supongo que las buenas críticas han influido en esa decisión. Aunque creo que la gran culpable esa maravilla de single llamado Kill For Love, que me tiene loco. Eso sí, no es oro todo lo que reluce.
“Kill For Love” (el disco) tiene un comienzo espectacular con la tremenda versión que hacen del Into Black de Neil Young, y hasta la séptima canción parece que nos vamos a encontrar con una autentica obra maestra. Back From The Grave, The Page o la ochentera Lady (¿a nadie más le ha venido a la cabeza el tema del coche fantástico?) nos llevan al mejor synth-pop, y la deliciosa voz de Ruth Radelet se te mete en la cabeza con una facilidad pasmosa. Además, de esa genial guitarra “sleazy” a la que le sacan bastante partido. Eso sí, de vez en cuando se les va la mano con el vocoder (¡malditos Daft Punk!) y joden canciones tan buenas como These Streets Will Never Look The Same.
Lo malo viene cuando ves que vas pasando canciones, y empiezan a aparecer temas instrumentales de lo más densos, y por qué no decirlo, bastante aburridos. Y es que yo no se si es que se emocionaron con Drive, pero por momentos, parece que han concebido este disco como si fuese la banda sonora de esa película. Solo así me puede explicar la inclusión de coñazos tan grandes como The Eleventh Hour, o esa sobrada de 14 minutos con la que cierran este trabajo – afortunadamente, creo que en la edición física se han olvidado de ella -. De está segunda parte del disco destaco Candy, Birds Of Paradise y The River, y tampoco es que me maten, ya que creo que no están a la altura de los primeros temas del álbum, y cuando has llegado a ellas ya estas un poco harto de su propuesta.
Ya sé que han pasado cinco años desde la edición de su anterior trabajo, pero creo que se podían haber guardo algo para sacar como cara b o algo así. Desde luego, que si hubieran sacado un disco sencillo con los diez buenos temas que tiene, la cosa sería muy diferente. De todas formas, la jugada les ha salido bastante bien y este trabajo ya tiene el beneplácito de Pitchfork y Stereogum que le han puesto notas buenísimas. Yo por mi parte, soy incapaz de tragarme estos 90 minutos seguidos sin aburrirme.
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