Hoy marzo está demostrando que la primavera está cerca y que con ella viene Sant Jordi, leer en el parque, en la terraza, ¿qué tal con algunas de las novelas que presentan Nora Howard, Juan José Tapia y Jacqueline MQ?
Etaya, copropietaria del bar Purgatorio, es traicionada por su marido. Delvil, su supuesto enemigo, es el único que puede salvarla. Aunque pasar días a solas con un motero por el que siente una fuerte lujuria podría ser para Etaya más peligroso que enfrentarse sola a la muerte.
Demonios, brujos, reinas, harleys... El altar del pecado es una historia que comienza en el año tres mil antes de Cristo, en Canaán, y que llega hasta nuestros días.
Tersi, una loca de los libros, amante del chocolate, amiga de mis amigos, soñadora empedernida, defensora de causas imposibles y escritora en ciernes (?).
Sí, esa era yo hasta esta misma mañana, la humilde administradora de un blog literario, pero mi buen amigo Leo se encargaría de poner su granito de arena para que mi vida, ya de por sí complicada —yo no pedí tener dieciséis años—, se convirtiese en un circo de tres pistas.
Cuando las fronteras entre realidades se desvanecen, cuando nuestro universo se colapsa, si las malas decisiones del pasado vienen a pasarnos factura… ¿qué pasa, que llevo escrito en la cara “salvadora del mundo”?
Si quieres acompañarme en esta montaña rusa, que muy bien podría haber dado para escribir un libro, serás bienvenido. Total, ya puestos, ¿qué más da uno más que menos? Eso sí, no respondo de tu seguridad, que bastante tengo con lo mío.
Imagina un lugar donde los colores y los templos son de oro. Y entre sus ciudadanos un Gurú amante de las aves y su libertad es el único que puede conceder el deseo mas anhelado de la familia Shanan. Tener un hijo... la pareja podrá cumplí su sueño con una sola condición. Cuando su hija Zula crezca deberán darle lo mas preciado en el ser humano.
¡La Libertad!
El problema es que podría destruir su puro corazón.
Acompaña a los Shanan y a Zula, y recuerda que, como en este cuento para niños grandes, todos hemos ansiado alguna vez ser libres.