Mientras Rajoy se fumaba un puro barajando sosegadamente
posibles nombres para un hipotético gobierno popular, Soraya
Sáez de Santamaría ha irrumpido en el despacho y, cuadrándose
marcial, le ha espetado: "Señor, prime para Defensa!."
Recuperado del sobresalto, Don Mariano se ha mesado la barba,
cavilando:" Esta niña mía siempre tan marimandona.
No se a quien puede haber salido."