Primer aniversario

Publicado el 05 febrero 2010 por Ventura

Hace un año nos pusimos en marcha con el objetivo de ocupar el espacio vacío de las publicaciones dedicadas al análisis y ensayo cinematográfico, asumiendo plenamente su condición minoritaria.  Aunque se le niegue un ISSN, un blog es una publicación y sobre él seguiremos trabajando, durante el tiempo que haga falta, para encontrar los colaboradores que quieran acompañarnos en un viaje en el que trataremos de alcanzar un horizonte donde hallaremos la consolidación como revista de distribución electrónica. A todos los que dedicáis un poco de vuestro tiempo a leer con atención nuestros textos, además de valorar y encontrar interesantes nuestras ideas, os damos las gracias por ello.

Después de esbozar con las dos últimas entradas el sustrato teórico de la película que consideramos más decisiva de la última década, en posteriores entregas iremos explicando porqué de forma practica, rastreando su legado en algunos de los trabajos más representativos del mondo cinema. Curiosamente, la entrada con que arrancamos nuestra andadura estaba dedicada a La cuestión humana de Nicholas Klotz. Rodada en el año 6 después de Elogio del amor, además de portar sobre sus imágenes toda la herencia Godariana, ponía en práctica, con una ficción pura, toda la carga teórica de lo que representa ese amor y su elogio.

En ella seguíamos a Simon, un directivo de recursos humanos de la empresa SC Farb, en su viaje a los infiernos con unas imágenes puestas en forma de manera impecable. Fotografía, puesta en escena y excelentes actuaciones consiguieron, sin ningún tipo de esfuerzo, que la película fuera etiquetada como “muy francesa”. Pero esas imágenes, pese a estar engarzadas perfectamente por una historia, eran sospechosas. ¿A quién no le recordó el humo de las chimeneas de SC Farb al humo de las chimeneas de los crematorios de los campos de exterminio que nunca vimos?

Al final de su metraje, esas imágenes eran lanzadas al abismo que suponía la absoluta oscuridad de su imagen terminal. Sobre ella, la voz de Simon recitaba una serie de nombres que entrecortaba con palabra Stüke. ¿Recuerdas los nombres? Estábamos pues situados, justamente, en el intervalo de la imagen, allí donde la imaginación completa a la imagen para darla un sentido. La variación Klotz demuestra que las imágenes, aunque el cine haya tratado y trate de negarlo, poseen un espacio abierto en el sobrevive algo que activa la imaginación para darlas siempre un sentido predeterminado.

En estos momentos estamos viviendo Haití. Una catástrofe, miles de muertos y millones de imágenes. Cuando empezaron a circular las primeras imágenes de cadáveres amontonados unos sobre otros, fue inevitable que esas imágenes se compararan con las producidas después de Auschwitz. ¿Que mecanismo se pone en marcha, cuando las imágenes tocan lo real, para que un desastre natural sea visto desde el prisma del universo concentracionario que es la Shoah,  por diferentes generaciones, que en el mejor de los casos han recibido lo inasumible del acontecimiento a través de los libros de historia y alguna que otra película sobre el tema? ¿Como es posible que cada nueva generación que mira por primera vez los cadáveres apilados de cualquier tragedia recuerde siempre de la misma manera? ¿…los nombres? Stüke.

Continuaremos dando respuesta a estas cuestiones, pero ahora es el momento de celebrar nuestro aniversario.

Lori Meyers. Alta fidelidad.

La habitación roja. Posidonia.

Joy Division. Love will tears us apart.

V/RAM.