Enhorabuena, ya ha pasado todo el proceso del parto; y ha llegado el momento de volver a casa, pero esta vez con un lindo bebé en brazos. Ahora sólo queda una cosa, lo que te dará una de las felicidades más grandes: conocer y compartir tiempo con el bebé. ¡Por fin! Aprende cómo será todo a partir del primer día del bebé en casa.
A partir del primer día del bebé en casa, lo difícil será afrontar la ardua tarea que son la educación y el cuidado del bebé. Es posible que surjan muchas dudas respecto a qué hacer y qué no hacer en estos días en los que el bebé necesita tanto cariño y atención. Por ello, traemos algunas herramientas que pueden resultar de gran utilidad a la hora de enfrentarse a este gran reto.
Cómo manejar la situación en el hogar
Lo principal es disfrutar al máximo esta etapa con el bebé. Y, por ello, es importante tener en cuenta los siguientes puntos:
- Delegar: aunque a veces se desee hacerlo todo por cuenta propia, hay que reconocer que en muchas ocasiones se requiere ayuda. Por esto, a la hora de realizar las tareas domésticas, no hay que descartar la opción de respaldarse en algún familiar o amigo. Tal vez, al principio, ver que no se hacen las cosas como uno quiere, puede resultar molesto o incómodo, pero se debe tener en cuenta que la prioridad es el bebé.
- Descansar cuando el bebé duerme: a partir del primer día del bebé en casa, los días resultarán ser un arduo trabajo, por lo que es importante, y más para la madre, que se tengan momentos de descanso. La mejor opción es aprovechar los momentos de descanso del niño para que los padres, igualmente, descansen. Esto traerá consigo beneficios en relación a la predisposición a la hora de llevar a cabo los deberes de la casa de forma más relajada y evitar los desánimos al realizar los cuidados del bebé. Y, consecuentemente, para la madre, esto le ayudará a tener una buena producción de leche, lo que conlleva una buena alimentación del niño.
- Planificar las tareas de la casa: si los padres tienen una planificación diaria, lograrán una mayor conciencia del tiempo del que disponen, lo que les dará la posibilidad de complementarse para con los cuidados del bebé, reduciendo así el agotamiento del que antes se hablaba.
- Tener una buena alimentación: la alimentación es un factor fundamental en relación a la lactancia materna. Especialmente, una buena dieta que haga hincapié en la importancia de la hidratación constante, ayudará a mejorar la óptima producción de leche.
Cuidados del bebé y de la madre
- Cura del ombligo: el proceso de sanación del ombligo puede durar de cinco a ocho días. Algo imprescindible es mantener la zona limpia y seca, ya que esto facilitará el proceso de curación; por ello, lo que se recomienda, durante este tiempo, es no sumergir al bebé en el agua a la hora de bañarlo. Más bien, lo aconsejable es lavarlo con una esponja y un jabón suaves, con especial atención en que el ombligo no se moje. Por el contrario, en caso de que se bañe al bebé, se debe secar muy bien la zona del ombligo con gasas esterilizadas.
- Pecho de la madre: realizar masajes circulares y con suavidad, en el pecho de la madre, ayudará a evitar la mastitis y la molestia debida a la sobrecarga de leche materna.
- El bebé como prioridad: es normal que las tareas de casa puedan ser extenuantes, pero hay que tener presente que la prioridad, y más en los primeros días, es el bebé. Él, en esta etapa, necesita mucho contacto físico y emocional, así que: el bebé siempre será lo más importante en todo momento. Con lo cual, en aquellas ocasiones en las que la situación, como, por ejemplo, respecto a las tareas y deberes del hogar, se hace cuesta arriba, lo importante es relajarse, y, si el momento lo permite, pedir ayuda a los más allegados para que puedan realizar ellos los quehaceres del hogar.
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