Primer golpe de Kwiatkowski en Ardenas: la Amstel Gold Race

Por Elpedalnoticias.com

El campeón del mundo Michal Kwiatkowski (Etixx-Quick Step) conquistó la primera Clásica de las Ardenas, la Amstel Gold Race. Flandes quedó atrás… Se disputaron los 258 km entre Maastricht y Berg en Terblijt que dieron forma y sustancia a la Amstel Gold Race, clásica ciclista que en los últimos años quedó en tres oportunidades en los pedales del ex-campeón del mundo, Philippe Gilbert (BMC).

Así, la temporada ciclista deja atrás las clásicas de Flandes para desplazarse a las Ardenas… los muros toman el relevo al pavé. Difícil encontrar mejor pretexto considerando que la Amstel Gold Race cumple medio siglo de vida. Los pretendientes tampoco se quedaron atrás: el vigente campeón Gilbert, Vincenzo Nibali (Astaná), Michal Kwiatkowski (Etixx-Quick Step), Rui Costa (Lampre-Merida), Alejandro Valverde (Movistar), Joaquim Rodríguez (Katusha) y Bauke Mollema (Trek), entre otros tantos.

La carrera tuvo un ritmo alto y el pelotón, liderado por los hombres de Movistar, siempre tuvo controlada la fuga de media docena de corredores. El margen que en algún momento fue significativo, en el tercio final de carrera comenzó a descender ostensiblemente. Nadie quería ceder posiciones de cara a los muros más duros de la jornada. De 6′ cayó a 4′ y finalmente por debajo de 3′ a falta aún de 60 km para meta. BMC, Orica-GreenEdge, Lotto-Soudal y Etixx-Quick Step colaboraban con el equipo telefónico ibérico al frente del lote y antes de las primeras rampas severas, con 45 km a meta, el margen de la fuga se había literalmente diluido.

Cuando la fuga tenía carta certificada de defunción comenzaron los ataques desde el lote mayoritario. Sin embargo, el ritmo que imprimía BMC en cabeza del lote -escoltado por Movistar- estaba dedicado a condenar cualquier aventura -incluso la persistente, solitaria y combativa de Simon Clarke (Orica-GreenEdge)-.

Clarke fue neutralizado restando 7 km para el final. Entonces probaron Greg Van Avermaet (BMC) y Jakob Fuglsang (Astaná) pero no fueron más allá de los 8” de margen. El lote mayoritario arribó agrupado al desenlace de la primera clásica de las Ardenas.

Lanzados a un aparente y ficticio esprínt Orica, Etixx y BMC armaron sus trenes. A falta de 2 km y con las ramas más duras, los trenes dieron lugar a las iniciativas individuales. Allí aparecieron Gilbert, Rodríguez, Valverde y compañía. El joven polaco campeón del mundo se mantuvo entre los favoritos, a rueda del catalán de Katusha. En el falso llano posterior y final comenzaron las miradas de reojo, por arriba del hombro, y cálculos. Una veintena de corredores definirían la jornada. Allí el más fuerte fue Kwiatkowski que se impuso al esprínt por delante del resto. El polaco salió del núcleo de corredores y superó con amplitud a Gilbert, Valverde y el resto de corredores que esprintaron desde posiciones más avanzadas del lote.

Pasó Flandes, llegaron las Ardenas. Finalizó el ostracismo del eterno favorito Etixx-Quick Step en el pavé pero encontró la primera victoria primaveral en los muros. De paso cañazo, el vigente campeón del mundo se quitó de un plumazo el karma de la victoria -esa que padecieron Gilbert y Rui Costa hace no mucho tiempo-.