La joven y hermosa viuda del presidente de los Estados Unidos creyó haberse librarse de la Casa Blanca para siempre, pero las circunstancias la han llevado de nuevo a desempeñar el papel de primera dama. Aunque no por mucho tiempo, porque Cornelia Litchfield Case ha tomado la firme decisión de escapar —aunque solo sea por u nos días—, y así conocer de primera mano la vida de la gente corriente. Lo único que necesita es un disfraz perfecto… y acaba de encontrarlo. El periodista Mat Jorik es un infeliz del que abusan las mujeres en apuros. Ya se ha resignado a transportar a través del país a las hijas de su difunta ex mujer, cuando se apiada de una hermosa autoestopista, que no es otra que Cornelia, y le ofrece llevarla a cambio de que se haga cargo de las dos niñas. Pero los servicios secretos le siguen la pista y es solo cuestión de tiempo que Mat descubra que la mujer a la que cree haber rescatado es la exclusiva de su vida.
Si anteriormente quería un valor seguro con Nora Roberts, después de haber disfrutado de La testigo, no quería perder ese buen sabor. De modo que escogí para mi siguiente lectura a Elizabeth Susan Phillips. Si bien Nora Roberts destaca por su estilo pulcro, su narrativa cuidada y sus personajes femeninos fuertes e independientes, SEP es la reina de las comedias románticas. Sus historia rebosan sentido del humor con diálogos chispeantes, protagonistas con sobre carga de testosterona pero adorable (sí lo consigue y de qué manera) y chicas de aspecto aparentemente frágiles que acaban siendo las que llevan la sartén por el mango.
Primera dama llevaba semanas esperando y ahora que lo he terminado, seguramente lo releeré de aquí a unos años porque es una novela sencilla pero a la vez completa. Primero por su chica, desde luego una chica SEP: guapa, lista además de inteligente, y con un pasado como poco solitario y difícil. Cornelia Chase es la primera dama de Estados Unidos, un cargo público que no tiene un lugar bien definido. Su principal labor es apoyar a su marido, pero cuando el marido ya no está es como un bonito florero que adorna y poco más. Cornelia, o Nealy como la llaman sus amigos, está cansada de esa vida, ha estado sujeta al control de su padre desde muy niña, no sabe lo que es la intimidad, su rostro siempre ha copado las portadas de los periódicos ya sea por ser la hija del vicepresidente o años después por ser la esposa del presidente, pero nunca ha tenido voto para decidir. Cansada y frustrada, Nealy decide marcharse, burlar la estrecha vigilancia del servicio secreto y acaba en una carretera saboreando su libertad aunque todo el Capitolio este en pie de guerra buscándola.
En fin, he disfrutado de principio a fin de esta historia de familia atípica, de deseos cumplidos y del precio a pagar por ello. SEP tiene una pluma ágil, descarada, chispeante que convierte sus historias en algo diferente, fresco, irresistible. Lo sé, no suelo ser del todo imparcial con esta autora pero creo que no suelo equivocarme cuando digo que SEP no defrauda.