Salimos Vicente y yo a media mañana del sábado. Un plan de viaje tranquilo con la idea de llegar a media tarde a Lleida, dar un paseo por la ciudad y buscar un sitio para cenar.
Sábado en Lleida
Nos alojamos en el Hotel Nadal, bien situado. Les comentamos que teníamos bicicletas y sorprendentemente nos dijeron que no tenían sitio para ello. Aunque nos permitieron subirlas y meterlas en la habitación,
subirlas fue un poco complicado porque el ascensor era muy pequeño.
Hicimos una corta visita a la ciudad y buscamos un sitio para cenar. No había demasiados sitios y, un poco ya tirados a comer lo que fuera, nos metimos en un burger regentado por una familia china, sin mucha expectativa y que nos sorprendió con unas hamburguesas de buen tamaño y mejor calidad.
La ruta que nos tocaba el domingo tenía como destino Sant Llorenç de Montgoi, al norte de Lleida, pasado Balaguer. Como eran pocos kilómetros, decidimos alargarla subiendo el cauce del Nogera Ribagorzana. Este río nace en los Pirineos y en su recorrido por estas montañas sirve de línea divisoria entre Aragón y Cataluña.
Inicio de la ruta
Amaneció el domingo prometiendo un sol castigador. Tras desayunar en el hotel y pasarlas canutas nuevamente bajando las bicis en el pequeño ascensor, emprendemos el viaje.
Salimos de Lleida por sus poco atractivos alrededores y buscamos la margen izquierda, según nuestro sentido de marcha, del río en dirección a la localidad de Alguaire. Un poco antes de llegar, la pista coge un poco de altura y va paralela al río, permitiéndonos ver la amplia y fértil llanura de este río.
Llegamos a Alfarrás, donde dejamos el río girando a la derecha y hacemos el recorrido inverso por la otra vertiente del valle. Al igual que en el tramo anterior, la pequeña elevación de la pista nos da una bonita vista del valle. Lástima que lo hicimos en una fecha un poco tardía ya y se había perdido el esplendor de la primavera en estas tierras de frutales.
Llegamos al final de Balaguer,un pueblo grande capital de la comarca y con un bonito casco histórico. El rio Segre divide la ciudad: en el lado oeste, el casco antiguo con una bonita fachada porticada que da a río y una gran plaza mayor. El lado oeste es la parte moderna, con un interesante urbanismo en cuadrícula.
Final de etapa
Disfrutamos de una cerveza Moritz fresca antes de continuar la última parte de la etapa hasta Sant Llorenç de Montgai, que empieza por una carretera que tiene bastante tráfico, aunque por tramos logramos separarnos de ella y rodar plácidamente por la bonita orilla del río.
Por fin llegamos a nuestro destino, Sant Llorenç de Montgai, que está situado a la orilla del embalse de mismo nombre y gracias al cual tiene un discreto uso turístico. Nos alojamos en el Albergue la Cova que hay en esa localidad y donde podemos disfrutar por un módico precio de pensión completa.