“En ese momento, recuerdo que le dije a un amigo: Si la película es una bomba, estoy jodido. Si la película no es un éxito, estoy jodido”, dijo Evans, quien afirmó que llegó a declinar hasta en tres ocasiones el papel de Steve Rogers. “Después de pensarlo mucho, tuve una reunión con los ejecutivos de Marvel y con Johnston y quedé deslumbrado con los planes que tenían para la película. Todavía era muy cauteloso tras esta reunión, pero entonces tuve una revelación: Estaba asustado”, comentó. “Firmé un contrato con Marvel para dar vida al personaje, y para nada me arrepiento. No podía tomar una decisión tan importante basándome en el miedo a interpretar al Capitán América”.
“Lo interesante de este personaje es que es un hombre común que en unos pocos minutos pasa a convertirse en un modelo de humano perfecto. Eso le creará algunos problemas personales muy interesantes”, dijo Johnston. “Lo vi como una oportunidad para hacer una película sobre un superhéroe que parecía real, y que no tiene que depender de una cantidad excesiva de elementos fantásticos”.