Primera noche fuera de casa

Por Supermama
Odio las obras en casa. Y nosotros parece que nos gusta, porque estamos siempre liados. Hace mas o menos un año dimos parte al seguro por la rotura de una tubería de la calefacción. Nos vino un fontanero muy "avispado" y nos abrió media casa buscando la fuga, aunque ya teníamos una mancha en la pared que indicaba mas o menos de donde provenía. Nos abrieron una pared y el suelo de la habitación donde estaba la mancha, el baño, y el techo de la cocina. Casi nada. Después de muchas peleas y muchos meses, porque tardaban un siglo en mandar al operario correspondiente (para cada cosa tenían uno), lo terminaron de arreglar. Os podéis imaginar el descanso.Bueno, pues un año después, el parquet que pusieron nuevo se ha empezado a ahuecar y la pared que abrieron se ha empezado a agrietar. Para colmo, nos llamó el seguro y nos dijo que nos querían echar porque habíamos dado muchos partes. Les pusimos de vuelta y media, vino un perito a ver el desaguisado, y puso el grito en el cielo, así que aquí estamos, otra vez con el polvo y los líos de las obras.
Y os cuento todo esto, porque mañana nos pintan de nuevo la habitación y el salón, que la otra vez no pintaron porque terminamos tan hartos que lo dejamos con la mancha de humedad. Para pintar el salón hemos tenido que vaciar muebles...etc...mucho lío. Y hemos preferido que el peque no esté, para poder ayudar a los pintores a que no nos destrocen nada más, ni muebles, ni sillones...etc...y está durmiendo en casa de los abuelos...
Seguro que lo estoy pasando peor que él, nunca nos hemos separado una noche, y algún día tenía que ser la primera, pero me está siendo muy duro. Estoy deseando verle, cogerle su manita, dormirle, aunque cuando estoy con él y el cansancio me puede estoy deseando que se duerma. Que contradicción. Estaría llamando cada rato para ver como va, si me echa de menos, si ha cenado, si ya está durmiendo...
Intentaré en la medida de lo posible disfrutar con mi marido de estas horitas de soledad, hablar, cenar tranquilos, seguro que el día de mañana pasa enseguida, entre pinturas y rodillos, y muy pronto nos volvemos a ver. Que pedazo de achuchón le voy a dar.