Nos damos una vuelta por el blog del momento. En Una Baldosa nos abrió sus puertas y comenzamos a navegar en su mundo baldosero, aquel que homenajea a jugadores olvidados del fútbol mundial. Demostrando que con creatividad y esfuerzo se pueden lograr los objetivos, Juan nos cuenta la experiencia de manejar y mantener un sitio que ya lleva más de 8 años online y tienen más de 36 mil seguidores en Twitter.
El nombre del sitio surgió por un viejo programa de radio, y con el tiempo aparecieron apodos: “Un año antes de la creación del blog yo tenía una sección en un programa de radio a la que le había puesto ‘En Una Baldosa’, porque era bastante breve. El nombre me gustó y después, cuando hice el blog, se me ocurrió seguir usándolo. Si bien es una frase futbolera, no tiene nada que ver con los jugadores que ahí aparecen. Lo curioso es que muchos piensan que le pusimos ‘En Una Baldosa’ por los baldoseros, y es exactamente al revés. El término ‘baldosero’ surgió entre los lectores del sitio”.
El aporte de seguidores entusiastas fue clave en la formación del equipo: “Si alguien nos manda algo y nos gusta, lo invitamos a seguir escribiendo. Y si vemos que se adaptan al perfil del sitio, lo sumamos al staff”. Actualmente son 10 colaboradores que escriben constantemente, algunos con más frecuencia que otros “Pero todos son importantes”, añadió el creador de la web.
Sin embargo, no todo es color de rosa. Entre los aspectos más difíciles de mantener una página actualizada, coloca en primer lugar “Lidiar con las cuestiones técnicas” y agrega: El que cumple la función de CEO, también tiene que ocuparse de todo lo otro: del hosting, de solucionar cuestiones de diseño o de interacción con los lectores, de responder mails, de poner la cara cuando las cosas no vienen fáciles”. Además dejó en claro que: “Una página de Internet es un laburo las 24 horas. Es muy difícil hacérselo entender a alguien que no trabaja de esto, pero verdaderamente uno le debe dedicar mucho tiempo si quiere hacerlo bien”.
Acompañados por un público incondicional en las redes sociales y por un éxito que no entiende de fronteras, Juan y su equipo vivieron grandes experiencias en estos últimos años: “Desde escuchar en la cancha que un hincha le grite baldosero a un jugador, hasta que nos inviten a dar charlas en un teatro. Esas cosas generalmente ‘garpan’ emocionalmente todo el laburo que esto lleva. He hecho muchos amigos con el sitio y eso es más importante que cualquier otra cosa”.