Ayer ya los notábamos raros, estaban más territoriales que nunca y dedicaron todo el día a limpiar escrupulosamente la roca dónde está enganchada la euphyllia dónde viven. Hoy hemos amanecido con esta estampa, eran las 6 de la mañana cuando hemos visto los huevos y aprovechando que ahora se está encendiendo la luz, he tomado con el permiso de los padres la foto que encabeza este post mientas la madre (o el padre) se dedica a oxigenar cuidadosamente todos y cada uno de los huevos.
Según he leído en Internet, los huevos (que ahora son de un color amarillo anaranjado con un puntito gris dentro) se van tornando grises en el transcurso de una semana para eclosionar al octavo día tras la puesta de sol en nuestro caso que se apaguen las luces. Existen varias teorías para sacar las crías adelante, la cosa es que para nosotros es la primera vez y no sabemos que van a sobrevivir toda la semana. En cualquier caso para sacar adelante las crías, tendríamos que alimentarlas varias veces al día a base de rotíferos, y a estas alturas nos va a ser imposible, pero prometemos que para la próxima puesta, estaremos preparados :)