En el blog de Herminia Luque, de creciente importancia, la primera valoración de "Última noche en Granada":
Una atmósfera densa e irrespirable: ése es el tapiz de palabras que ha creado el autor para bordar a su personaje, para sumergirlo en algo más denso que el agua, más viscoso que el odio. Luis, un ex-policía, ha matado a un hombre. Pero no hay culpa, no hay dolor; sólo un asco metafísico al modo de Camus.
El personaje de la madre enternece: a los setenta, después de un cáncer de pecho comprende ella (o sus hijos) que no ha disfrutado, que no sabe lo que es un paseo, un tiempo exento de obligaciones familiares, unas tapas generosas, unas horas porque sí, unas horas para sí.
Una novela que excede las convenciones del género negro para crear un relato creíble, con un paisaje cotidiano (Zaidín, Cenes, La Chana: nombres familiares para los del terruño) pero vertido en el molde de lo universal, fundido con la peripecia del no-héroe, evitando así el marchamo costumbrista o la anécdota facilona.
Una novela excelente de verdad. La novela que todos deberían leer estos días de vacaciones.
En Negra y Criminal, librería de referencia, la ficha de la novela .