Primera sesión del taller: No busques trabajo, ¡créalo!

Por Motivia @universomotivia

Ayer empezamos con un nuevo taller que me hace especial ilusión por el objetivo que persigue y por poder trabajar codo con codo con mi compañero Enrique González. Nace con la intención de ayudar a las personas que acaban de terminar su carrera profesional, que se encuentran en paro o que no están contentos con su actual realidad laboral y que quieren dar un cambio en su vida pero que navegan en un mar de dudas (¿quién no ha tenido esta sensación alguna vez?).

Fue una jornada intensiva de 8 horas en las que empezamos analizando los cambios de paradigma en el mundo del trabajo. La receta para potenciar nuestra empleabilidad pasa por ponernos en valor, con hechos no con palabras, en un CV, y crear una red de contactos (nos encontramos en la Era de la Colaboración) que fomente nuestra “visibilidad”.

En el pasado, el conocimiento (en forma de títulos universitarios y master) era el valor diferencial para tener asegurado un futuro profesional. Según datos de la Unesco, en los próximos 30 años se van a graduar tantas personas como en toda la historia de la Humanidad. Hoy en día (y más en el futuro) lo que te va a diferenciar es lo que eres capaz de “crear” para aportar valor a tu entorno. Para fomentar nuestra capacidad creativa es necesario desarrollar nuestro hemisferio derecho. Como nos dice Daniel Pink en su libro “Una nueva mente”, el futuro del trabajo pertenece a otro tipo de personas que desarrollan en equilibrio sus dos hemisferios, el izquierdo (racional, analítico, lógico, secuencial)  y el derecho (intuitivo, conceptual, simultaneo, holístico).

También comentamos que en la actualidad, la verdadera ventaja competitiva está en trabajar en algo que te guste, que te apasione. Pusimos como ejemplo el video de la entrevista realizada a Delia Torrano(El obrador de Delia). A los 40 años da un cambio a su vida profesional y decide poner en marcha una iniciativa empresarial basada en sus pasiones.

Seguimos hablando de la existencia de dos cerebros (realmente son tres), el racional y el emocional. Todos somos “hijos” del Taylorismo y hemos crecido creyendo que lo importante era desarrollar nuestra parte racional. Hoy, gracias a los avances en el mundo de las Neurociencias, sabemos que somos más emocionales de lo que pensábamos en nuestra toma de decisiones. Es más, para la toma de decisiones complejas (como por ejemplo qué rumbo tomar en nuestra carrera profesional) es mejor recopilar toda la información posible, dejar que sea procesada y finalmente tomar decisiones basadas en nuestra intuición.  El cerebro racional funciona de manera secuencial y puede resolver problemas de manera muy precisa cuando trabajamos con pocas variables (es como una calculadora). En cambio, el cerebro emocional trabaja con muchísima información en paralelo (es nuestra supercomputadora) y está más capacitado para tomar decisiones complejas. El único problema es que, en ocasiones, nuestras creencias limitantes y el sentido último de “supervivencia” para el que fue creado nos juega malas pasadas.

Después de la comida pasamos a hablar de la importancia de salir de nuestra “área de confort” para romper con el inmovilismo en el que nos encontramos en muchas ocasiones por no saber cómo avanzar en nuestro desarrollo profesional.

La clave está en empezar realizando un proceso introspectivo (como el que hicimos en el taller) que nos permita entender cuáles son nuestras motivaciones y cualidades para poner posteriormente foco en ese “trabajo ideal” que dé respuesta a nuestras inquietudes y ponga en valor nuestras fortalezas.

Estuvimos toda la tarde trabajando con distintas dinámicas sobre estos conceptos y finalizamos con un ejercicio creativo que les  dio una relación de potenciales trabajos que encajarían con su perfil. En la siguiente sesión terminaremos de poner el “foco” en nuestros objetivos de desarrollo profesional para pasar a definir un Plan de Acción que nos permita alcanzarlos. Como comento siempre, “la reflexión sin acción, no sirve de nada”.

Ha sido un verdadero placer trabajar con gente tan comprometida y preocupada por su futuro profesional. Muchas gracias a Javier, Consu, Irene, David, Arancha, Inma, Alberto y Encarna. Ahora toca “digerir” toda la información recibida y trabajar para poner foco en vuestros objetivos laborales. El próximo jueves nos volvemos a ver.