Una de las cosas buenas de colaborar en una revista de videojuegos, incluso de la temática de RetroManiac donde el interés no está tan centrado en la actualidad, es que se pueden probar juegos nuevos gratis. Y esto, que dicho así suena genial, a veces no lo es tanto. El motivo por el que empiezo estas primeras impresiones así es por el juego del que nos toca hablar: A Valley Without Wind 2. ¿Qué tiene este título para merecer estas palabras? Vayamos por partes.
A Valley Without Wind 2 se trata de un juego de Arcen Games, una pequeña compañía de videojuegos creadores de títulos como AI Fleet o el primer A Valley Without Wind. No conocía la saga pero a AI Fleet sí que lo había jugado bastante, así que ya de entrada me caían bien. Y, sobre el papel, todo lo que es la segunda parte, A Valley Without Wind 2, hacía que me cayeran aún mejor. Pero centrémonos ya en el juego. Encarnamos a un mago que se ha infiltrado en el círculo interno de Demonaica, el Señor del Mal, para conseguir así arrebatarle los secretos de su inmortalidad. Una vez conseguido dicho poder, llega el momento de organizar el levantamiento contra el tirano señor para acabar con él y sus secuaces para siempre, y ahí es donde entras tú. El sistema de juego de A Valley Without Wind 2 consiste en una mezcla entre juego de estrategia por turnos y arcade de plataformas. Algo así como un Total War, pero en vez de batallas tácticas tienes un plataformas bidimensional, con un personaje central (tu mago) que ir mejorando poco a poco.
Sin embargo, el juego no posee la solidez del título de The Creative Assembly. La parte de estrategia consiste en un inmenso mapa aleatorio en perspectiva isométrica donde mover a tu mago y a tus tropas para reclutar más gente para la causa, crear nuestras estructuras, etc. Cada casilla es un pequeño minimundo que tendrás que liberar con tu héroe entrando en él y acabando con las fuerzas de Demonaica. Por supuesto, también los escenarios de la parte plataformera son aleatorios. Esto, que tiene de bueno que cada casilla es un mundo diferente y que no repetirás escenarios te eches las partidas que te eches, tiene también una contrapartida que no es tan agradable.
El juego de plataformas es aburrido, soso y sin personalidad ninguna, al menos en las primeras decenas de casillas que hemos probado para escribir estas primeras impresiones. Si algún lector tenía en mente un Super Mario cuando se imaginaba lo de las plataformas que se lo quite de la cabeza. Los saltos son toscos y poco naturales, los escenarios no tienen vida, el control de los disparos algo arcaico, y los enemigos son repetitivos y poco imaginativos. Al menos en los Total War, si no quieres mancharte las manos con la parte táctica te la puedes saltar, pero aquí es esencial, no consigues nuevas casillas si no es entrando en ellas y liberarlas plataformeando un poco.
Sin embargo, el apartado de estrategia por turnos tampoco es el culmen de la jugabilidad. Su manejo no es evidente, la curva de dificultad es considerable (no por la dificultad intrínseca del juego en sí, sino porque no sabes aprovechar lo que te ofrece, de hecho, tardamos en comprender qué acciones tenemos disponibles), y, al menos durante las primeras horas, no consigue darte una verdadera sensación de liderar una guerra por la libertad, que es de lo que se supone que va este juego.
En definitiva, se trata de un título que, si te engancha desde el principio puede mantenerte pegado al ordenador durante cientos de horas, al ser un mundo aleatorio realmente inmenso, pero es que también hay varios tipos de magias para desarrollar, incorpora un modo multijugador cooperativo (que no hemos podido probar, lo que es una lástima porque sus desarrolladores se sienten especialmente orgullosos de él) y además está disponible tanto para Mac como para Windows (eso sí, sólo en inglés). Sin embargo, como decía al principio, a veces comentar juegos, aunque sólo sean las primeras impresiones, puede ser un trabajo desagradable. Porque los chicos de Arcen Games me caen bien, pero lo que he visto de A Valley Without Wind 2 no me ha calado. Sólo espero que, dedicándole tiempo, el juego pueda demostrar todo lo que puede dar, pero por ahora sólo puedo decir que necesita mejorar.
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