Ahora que ya han pasado tres semanas desde que bebécangrejo llegó es hora de hacer un breve balance de mis primeras impresiones como papa segundizo, como no sé como se dice me lo invento.
Lo primero es reconocer que me las prometía muy felices, iba un poquito de sobrao, "ya tengo uno, esto va a ser coser y cantar, no me pilla de nuevas" ...
Por si alguno no lo sabe me he comido mis palabras con patatas fritas, eso si, con huevo. Sí, está claro que algunas cosas me las he tomado mejor, con más relajación, sobre todo a la hora de irnos al hospital, pero otras...
A pesar de lo rápido que fue este parto, casi no me dio tiempo a ponerme la bata, el gorro y las fundas de papel para los zapatos, nada pudo impedir que me corazón estuviera encogido viendo lo mal que lo estaba pasando mamacangreja. Sí, lo sé, es un parto, pero esperaba que esta vez fuese mejor, para mi claro.
Cuando me dí cuenta de que, en realidad, me había olvidado de lo que era tener un recién nacido fue la primera, segunda y sucesivas noches.
Os juro que pensaba que esta vez no me iba a levantar en mitad de la noche a ponerle el dedo delante de la nariz para ver si respiraba, pero no, lo he hecho, en realidad, lo sigo haciendo, sobretodo cuando duerme más rato del habitual.
¿Estoy haciendo lo mismo que con cangrejito? ... seguro que sí, si el hombre tropieza dos veces con la misma piedra, imaginaros yo que tengo ocho.