Primeras impresiones: Forget You Remember Love

Publicado el 16 octubre 2020 por Itkdev77

Me siento muy mayor al decir esto, pero soy de las que vio la versión original hace muchos, muchos años. De hecho, me gustó mucho en su momento, pero cuando supe que habría una versión china, intenté verla de nuevo y no soportaba a la protagonista femenina. No podía con ella, en serio. Me resultaba excesiva en todos los sentidos. Entiendo su obsesión por el dinero, pero no su mala educación y la falta de respeto que muestra hacia todo. Pero entiendo que, en la época, ese era el tipo de personaje femenino que arrasaba. De hecho, hay muchos así. Pero ese es otro tema.

Lo pensé muy bien antes de empezar a ver esta versión actualizada y, aunque me gustaba el desarrollo, al llegar al capítulo 23 la abandoné porque sabía lo que iba a suceder. Esto fue mientras todavía estaba en emisión, pero acabé recuperando este drama porque creo que es de esos a los que hay que darles una segunda oportunidad. Es demasiado largo, es un poco culebrón, pero mantiene la esencia del original, que es lo que importa. Aunque se agradecen los arreglos que han hecho y los personajes añadidos. Sí, lo reconozco, a día de hoy no soy capaz de ver la original, pero esta me está gustando. Con sus peros, claro. No todo es de color de rosa.

Mi primer encuentro con Fair Xing fue en Master Devil Do Not Kiss Me y me encantó, así que la vi en Put Your Head on My Shoulder y no pude evitar ver Forget You, Remember Love por ella. Y debo decir que esta nueva generación de actrices chinas me está sorprendiendo gratamente. Hay muy buenas actrices de otras generaciones, por supuesto, pero creo que estas chicas que arrasan ahora mismo, lo hacen especialmente bien. Transmiten mucho más y están más preocupadas por el personaje que por estar monas ante la cámara. Eso me gusta. Fair Xing, de hecho, es una actriz que me gusta mucho y ya tengo en mi lista eterna su último drama para ver. Ahora solo necesito diez horas más al día y al menos 500 años más de vida para verlas todas y solucionado.

Reconozco que tenía muy buena predisposición hacia este drama, pues no solo era la versión de una que me había gustado mucho (aunque hoy me horrorice), sino que además estaba una actriz que me gusta mucho, así que no sé hasta qué punto puedo ser objetiva al hablar de esta serie. Porque si bien no pretendo reseñar de forma profesional ni hacer críticas objetivas, si necesito cierta objetividad a la hora de afrontar ciertos asuntos.

Veréis, la serie, como otros tantos dramas chinos, es muy agradable de ver. Treinta y seis episodios me parecen un exceso, pero hay que reconocer que se las han ingeniado para que se te pasen en un suspiro y eso está bien. Sin embargo, es carente en muchos sentidos. Por ejemplo, cuando Jun Hao (Jin Ze) pierde la memoria, pasa de ser un tipo muy inteligente, a un tonto con ramalazos de inteligencia y crea una relación de dependencia de Qian Yu (Fair Xing) que poco o nada tiene que ver con el amor, sino con la necesidad. Está solo en el mundo y la necesita a ella, porque es lo único que tiene. No sé dónde han perdido el rumbo los guionistas, pero de toda la vida de Dios, eso no es amor.

Me gusta, sin embargo, que hayan suavizado los peores rasgos de ella, esa codicia obsesiva, esa mala educación y hayan construido en su lugar un personaje más agradable que, movido por las circunstancias, debe mostrar cierta avaricia que se pierde entre sus gestos de generosidad. Y sí entiendo que ella se enamore de Tong Hao (así llama ella a Jun Hao, pues no sabe quién es), pues es alguien de quien es difícil no enamorarse: atento, encantador, inteligente… para alguien como ella, hambrienta de afecto de verdad, es todo lo que podría desear, por más que haya aparecido en su vida Tai Chu (Wen Zhou) un chico rico igual de atento y encantador que Tong Hao, pero que no llega a recalar en el corazón de la chica como lo hace Tong Hao, quien no tiene nada, ni un mísero yuan. Sin embargo, a ella no le importa nada de eso. Le importa lo que tiene en el corazón. Dice mucho de ella que, pudiendo elegir entre los dos, se quede con nuestro protagonista que, en realidad, es el propietario de un imperio hotelero.

Pero os pongo en situación, que de otro modo no os vais a enterar de nada.

Qian Yu vive en un pueblo costero con su madrastra y su hermanastro. Como no tienen dinero, debe trabajar mucho. Lleva bombonas de gas, garrafas de agua y cualquier producto que pueda ser servido. A mayores hace negocios con los turistas mientras ahorra para conseguir el dinero suficiente para comprar el piano que una vez fue de su madre. Lo que pasa es que nunca es capaz de conseguir el dinero suficiente para hacerlo, porque su madrastra lo huele como si fuese pescado y su hermano tiene mucho que ver con esto.

Un día se encuentra con Jun Hao. Ella está en plena competición para conseguir el dinero del piano, él llega con una lancha y tiene un accidente. Ella lo salva de morir ahogado y pierde la competición. Desde ese momento, cada encuentro que tienen es desafortunado. Él se muestra como un tipo frío, sin sentimientos, arrogante… En fin, ya sabéis a qué tipo de personajes me refiero. En realidad es todo fachada, aunque está tan acostumbrado a vivir de ese modo, que ni él mismo lo sabe. Debe ser así, ya que la empresa, su familia y las familias de sus empleados dependen de él. Si muestra debilidad, está acabado.

Jun Hao está comprometido con una niña a la que sus padres adoptaron y educaron para ser la esposa perfecta para él. No hay amor por su parte, aunque él mismo se convence de que sí. Su otro hermano adoptivo también está enamorada de ella, pero se mantiene a una distancia prudente, ya que desea su felicidad, aunque no está seguro de que esta esté al lado de Jun Hao, pues no cree que lo que hay entre ellos sea amor, al menos no por parte de Jun Hao.

El día de la boda, Jun Hao tiene un accidente provocado por un amigo de este hermano adoptivo que solo quería ayudarlo. Acaba perdiendo la memoria y, en medio de su desorientación, es atropellado por Qian Yu, quien en lugar de reportar el atropello a la policía, se lleva a Jun Hao a casa y lo hace pasar por su primo. No tienen dinero para hacer frente a las consecuencias de ese accidente. De ese modo Jun Hao pasa a convertirse en Tong Hao, un hombre muy diferente, cálido y amable. Lo que vendría a ser el verdadero yo de Jun Hao, ese que no puede permitir que salga al exterior en su vida cotidiana. Y Jun Hao es feliz como Tong Hao, así que no quiere volver ni siquiera cuando lo encuentran. Sin embargo, ella sabe que es lo mejor para él y quiere que sea feliz. Es un hombre comprometido y cree que lo que ha vivido a su lado es solo un sueño. No quiere que tenga una mala vida. Sin embargo, poco después de volver a casa recupera la memoria y se olvida de ella. Sin embargo, no puede evitar sentir cosas cuando la ve.

Por suerte, Qian Yu tiene a Tai Chu a su lado, aunque es incapaz de verlo como otra cosa que no sea un buen amigo. Es más, incluso la lleva consigo como su asistente personal, pero no tiene formación, ella lo sabe y acepta trabajar como limpiadora para no avergonzarlo. Ella es plenamente consciente de sus limitaciones y no aspira a mucho más. Aunque detrás de todo esto está la prometida de Jun Hao, quien con sonrisas y cara de buena, engaña a todo el mundo.

Me gusta mucho la química que tiene Fair Xing con Jin Ze y con Wen Zhou. Que sea capaz de tener esa química con sus compañeros de reparto dice mucho de las capacidades de la chica. De hecho, es gracias a esto que puedes creerte el romance.

La serie en sí no es gran cosa, pero es una muy buena versión de la original, con unos personajes mejor desarrollados y más agradables. Porque os juro que, a día de hoy, la protagonista original de la serie me resulta insoportable y desagradable. En esta ocasión estoy disfrutando mucho. Me falta, quizá, la intensidad que sentí cuando vi la original. Pero no importa, ha mejorado todo mucho y eso es lo que importa.