Pillars of Eternity fue uno de los proyectos kikcstarters más exitosos que han tenido lugar hasta la fecha, con la friolera cifra de 3.986.929 $ recaudados. Y no era para menos, sabiendo que se trataba del deseo de Obsidian Enterntainment, conocidos por gran cantidad de RPGs de calidad, como South Park: La Vara de la Verdad o Star Wars Caballeros de la Antigua República II: Los Señores Sith, de volver a realizar un RPG de corte clásico, de la vieja escuela, que fuese un claro sucesor de Baldur’s Gate II.
Ante tal conjunción, parecía evidente que todos los aficionados a los cRPG de PC estaban de enhorabuena. Y aún más lo celebraron cuándo por fin se puso a la venta en 2015, y pudieron comprobar que no solo estaban ante uno de los mejores juegos salidos de la plataforma de financiación colectiva, sino del año; y también uno de los mejores RPGs de todo los tiempos. Sin embargo, no ha sido hasta ahora, que se ha decidido llevarlo también a consolas.
Una vez situados en el contexto, ya podemos empezar a contaros cómo ha sido nuestro primer contacto con esta joya en PlayStaton 4, sobre todo tras haberlo jugado con anterioridad en compatibles.
Como es de esperar, todos los elementos que hicieron grande a Pillars of Eternity están presentes en su versión para consolas. Así, ya os advertimos que vais a embarcaros en una aventura con una historia muy solida y bien escrita, aparte de con múltiples caminos según vuestras decisiones.
No obstante, lo que estábamos ansiosos por ver y testear era el control con el mando. Una cuestión crucial, en un juego como este, que no fue diseñado para PlayStation 4 desde el inicio, y que bebe mucho a nivel jugable de Baldur’s Gate como ya hemos dicho, saga cuyas dos entregas principales nunca llegaron a salir fuera de PC.
El resultado final es notable. Es cierto que de inicio no es precisamente un control intuitivo. Lleva un rato acostumbrarse, pero tras un rato de partida, uno deja de necesitar consultar la distribución de botones. Esto es debido a la cantidad de opciones y parámetros que tiene Pillars of Eternity.
Ya solo en los combates, se nos exige cierta estrategia. Esto implica saber cuando concentrar nuestros ataques en un enemigo, o en varios; también tener acceso a las diferentes habilidades y poderes de nuestro grupo de héroes o su posicionamiento en batalla. En fin, un buen montón de elementos a los que debemos acceder de forma recurrente, y con rapidez. Aunque la pausa activa, que nos permite detener la acción y pensar nuestros siguientes pasos, es aquí una bendición mayor que en PC.
Fuera de los combates tampoco son pocos los elementos a tener en cuenta. Consultar el inventario o nuestro diario, la hoja de personaje, detectar trampas, explorar de modo sigiloso, hablar con la gente…
Estas son solo unas de las muchas acciones que realizaremos en nuestro viaje por el mundo de Pillars of Eternity. Es por eso, que debemos alabar el trabajo de Obsidian, pese a lo poco intuitivo que resulta de inicio. No es fácil trasladar todos los sistemas mutables de un juego como este a un mando de consola.
Salimos de nuestra sesión de juego con sensaciones positivas. Teníamos clara la inmensa calidad que atesora Pillars of Eternity, pero nos quedaba la duda de si una pobre elección de controles tumbaría nuestra experiencia final. Todo apunta a que no será así.
Pillars of Eternity sale a la venta para PlayStation 4 y otras plataformas el 31 de agosto. La versión para consolas incluye todas las expansiones, y vendrá traducido al castellano, pero con las voces en inglés.