Primeras impresiones, ¿son las que cuentan?

Por Teresac
Esto no es una crítica, aún. Sólo una comparativa.Así comienza el libro que acabo de leer:"Con el tiempo uno olvida las caras, te dices. Los nombres, las razones. Uno olvida los motivos. Con el tiempo, te dices, uno pierde los detalles, los descarta. Caminas por Fuencarral entre la gente, cada vez más despacio. Uno olvida qué, cuándo, con quién. Avanzas a la deriva, como sonado, por qué has apartado la mirada, a qué tanto miedo. Si solo es una vieja amiga. El pasado, te dices."

Y así comienza el libro que he empezado a leer:"Me miro en el espejo y frunzo el ceño, frustrada. Qué asco de pelo. No hay manera con él. Y maldita sea Katherine Kavanagh, que se ha puesto enferma y me ha metido en este lío. Tendría que estar estudiando para los exámenes finales, que son la semana que viene, pero aquí estoy, intentando hacer algo con mi pelo. No debo meterme en la cama con el pelo mojado. No debo meterme en la cama con el pelo mojado. Recito varias veces este mantra mientras intento una vez más controlarlo con el cepillo."Capten ustedes las diez diferencias. Las cincuenta. Las mil diferencias.La primera cita es de "Un buen chico" de Javier Gutiérrez, al que le prometí una crítica, y que me ha dejado tan abrumada que aún la estoy pensando.El segundo libro, el libro de moda, el superventas, la revolución: "Cincuenta sombras de Grey", de E. L. James.El primer libro lo leí sin respirar, todas y cada una de sus cortísimas 139 páginas.Del segundo he leído, perdón, sufrido, hasta ahora un capítulo y medio, y me parece estar escuchando un pitido al fondo de mi habitación, ese pitido que suena en las máquinas de las películas de hospitales. Una indicación de electroencefalograma plano.Y aún así pienso leerlo entero. Si me equivoco con la primera impresión, como me equivoqué con Javier Gutiérrez, os lo haré saber.Mañana sin falta me pongo con mi humilde crítica de "Un buen chico".