Estas han sido mis primeras navidades vegetarianas y aunque aún faltan comidas y celebraciones lo más fuerte ya ha pasado. Fin de año y Reyes también son importantes pero la comida no suele ser tan tradicional como en Navidad y Sant Esteve así que lo que en un principio parecía más complicado ya ha pasado. Pero ya os digo que ha salido todo genial y ser la única vegetariana de la familia no ha sido para nada un problema.
En Navidad mi familia come escudella i carn d'olla, que es sopa (de pollo) con galets, carne y verduras. Para Sant Esteve (26 de diciembre) en Catalunya es tradición comer canelones y en Nochebuena solemos cenar de pica-pica.
La cena de Nochebuena la celebro en casa, sólo con mis padres y mi hermana. Mi madre es una cocinera excelente y siempre intenta sorprendernos con algo nuevo y buenísimo. Como es todo a base de pica-pica y platos para compartir no he tenido ningún problema ya que me he limitado a no comer gambas, langostinos ni pinchos.
Una de las cosas que más me gustó fue el vaso tricolor y que mi madre ya había hecho el año pasado. Es un vaso con tres cremas: puré de patata morada, puré de coliflor y puré de zanahoria. Está muy bueno y además queda monísimo con estos colores. Lo decoramos con cebollino y chips de boniato blanco y patata morada. El otro plato individual es un bol con cebolla, setas y huevo al horno con un poco de trufa.
El resto de la cena fue de picoteo y cada uno cogía más o menos de lo que quería. A mi me encantan las cebolletas al vino y es que a mi madre le quedan perfectas. Son fáciles de hacer pero se necesita paciencia para pelarlas todas y después cocerlas a fuego lento.
También había queso y escalivada de pimiento y berenjena. Los dos quesos que más me gustaron fueron el Torta de Hoja que compramos en Asturias este verano y el Bavaria blue, un queso parecido al queso azul pero más suave. El único problema con estos quesos es que me encantan, como mucho y luego me sienta mal. En el momento de comer me da igual y es más tarde cuando no puedo ni moverme, jaja.
Para la comida de Navidad fuimos a comer a casa de mis abuelos maternos y allí nos juntamos con tíos y primos. Un montón de gente con un montón de comida que mi abuela preparó con mucho amor
El día 26 vino mi abuela paterna a comer y como es tradición comimos canelones. Mi madre había preparado los típicos canelones de carne semanas antes y yo había hecho lo mismo preparando canelones veganos. El relleno de los canelones fueron espinacas y champiñones, y en vez de acompañarlos con la típica bechamel (que lleva leche) me dije: ya que lo adaptamos, lo adaptamos todo. En un principio quería hacer bechamel vegana y había buscado algunas recetas, pero luego con las prisas opté por ponerle crema de arroz. Me encanta esta crema y sorprendentemente quedó buenísimo. Mi hermana también los probó y dio el visto bueno
El resto de la comida fue a base de picoteo también. Una de las cosas que más me gustó fueron unas croquetas de setas buenísimas, pero no les hice foto. También aprovechamos lo que había sobrado de escalivada en la cena de Nochebuena para hacer un paté y mi madre volvió a hacer cebolletas pero esta vez con vino de Oporto.
Obviamente todas las comidas fueron terminadas con turrones. Este año probamos los de yogur y pistachos y el de gin tonic, de Torrons Vicens. El de gin tonic no terminó de gustarme mucho pero el de yogur y pistachos estaba buenísimo. Tanto que ya no queda nada. Otro turrón que no faltó fue el de Alicante, mi favorito de siempre.
Y más o menos esto ha sido todo. Nada complicado y disfrutando como siempre. Espero que vosotros también hayáis disfrutado con las reuniones familiares o con amigos, solos o acompañados y aprovechemos estos días para descansar y empezar perfectamente el 2015.
¡Muchos besos!