Ansiedad e incertidumbre. Eso es lo que sentíamos esta mañana cuando nos levantamos. En unas horas nos pasaban a buscar y era la primera vez que íbamos a hacer magia en África, para chicos. Para nosotros la magia es universal, no tiene fronteras y se trata de un arte noble en el que se exteriorizan la emoción, la sorpresa y la alegría. Pero nunca se sabe cómo pueden reaccionar aquellas personas que nunca vieron magia y que ni siquiera tienen incorporado ese concepto entre sus palabras. Por suerte, en este caso, la recepción fue muy linda.
Cuando nos pusimos en contacto con el Holy Cross Hospice (gracias a la ayuda de nuestro couch en Gaborone, Botswana) les resultaba extraño que quisiéramos hacer esto sin nada a cambio. “No, es gratis, quédese tranquilo” le explicamos más de una vez a Erik, el encargado de llevar y traer a los chicos en su camioneta. Después de algunas llamadas y mensajes combinamos el día y el horario. Así fue que hoy, a las 10 de la mañana, pasó a buscarnos con esa misma camioneta. Nosotros pensamos que íbamos a un orfanato y que el lugar quedaba lejos de donde estábamos. Pero no, el destino fue una escuela pre-primaria (perteneciente a la misma organización) y quedaba solo a cuatro cuadras del lugar donde vive nuestro couch.
No es la primera vez que nos pasa que no nos creen que el proyecto es gratis y que solo lo hacemos porque tenemos ganas de hacerlo y porque estamos convencidos de que un poco de magia en la vida alegra los corazones. En Sudamérica estuvimos en esta situación varias veces, sobre todo cuando además del show de magia presentábamos la charla con la muestra fotográfica. Ojalá que a de a poquito el mundo vaya entendiendo que no todo se hace por dinero.
Botswana tiene dos idiomas oficiales, el inglés y el setsuana (o setswuana). Sin embargo, los nenes apenas sabían algunas palabras y frases en inglés, porque es lo que están aprendiendo. A través de juegos y canciones, les enseñan esta lengua desde muy chicos. Todos los adultos con los que nos cruzamos lo hablan perfectamente, aunque, claro, con su acento particular. Por suerte estaba Erik, quien tradujo todos los juegos a medida que se iban desarrollando. Algunos los entendieron más que otros, pero todos los disfrutaron mucho. Eso sí, cuando hicimos la parte de la globoflexia se asustaron un poco porque algunos globos se pincharon.
Primero vino la atención…
Después la sorpresa y la risa…
La despedida final…
Y un poco de juegos…
Mañana salimos a dedo para el norte del Botswana a ver si podemos conocer algo del “África” que todos esperamos conocer. Estamos en contacto! Un abrazo fuerte para todos!
GO SIAME (chau, en setsuana o setswuana). Si nos dirigimos a un hombre hay que agregarle el MMAN. En cambio, si nos dirigimos a una mujer, el RA.
GO SIAME MMAN!
GO SIAME RA!
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